Arequipa, Perú.—De Morgana Vargas Llosa con la palabra Madre, a Juan Gabriel Vásquez con la palabra Dictadura; de Marcelo Báez con la palabra Sociedad, a Fernando Iwasaki con Jefe; o del Yo, de Carlos Granés, al Familia, de Alonso Cueto, las 100 palabras con las que 100 escritores crean el universo de Mario Vargas Llosa en el Diccionario Vargas Llosa. Habitó las palabras, que ayer presentó el Instituto Cervantes, es un mapa sentimental, literario y biográfico del Nobel de Literatura, pero también de los 100 amigos, escritores e investigadores que fueron convocados para delinear con palabras la literatura vargasllosiana en el marco del X Congreso Internacional de la Lengua Española.
Llamado por Báez como el “Dicciomario”; nombrado por Vásquez un “inventario de emociones, de curiosidades”; definido por Iwasaki como “un mapa transcultural de la literatura contemporánea en español”, delineado por muchos como el catálogo del “Gran jefe” de la tribu, es sobre todo un homenaje coral y panhispánico de convidados a evocar la obra vargallosiana a partir de una letra y desde allí una palabra del diccionario.
Así hay entradas desde palabras como Libertad, Catedral, Dios, Ciudad, Juventud, Obra, Ficción, Garcilaso, Ideología, Poder, Prensa, Identidad, Honor, Lengua, Lectura y Familia, que atraviesan obras de su autoría, como La ciudad y los perros, Conversación en la catedral, La casa verde, La guerra del fin del mundo, La fiesta del chivo o Tiempos recios.
Lee también Un diccionario de Vargas Llosa y su legado "in memoriam" al Instituto Cervantes

Y es que el Gran jefe de la tribu, el escritor que propuso a su ciudad natal como sede del Congreso de la Lengua que se iba a realizar en 2023 con su presencia, pero lo impidieron las revueltas sociales, y este 2025 se realiza como un homenaje “in memoriam”, es el gran protagonista del encuentro. Y por ello el Instituto Cervantes recibió de manos de su hija Morgana la pluma que el escritor peruano fallecido en abril pasado ganó en 1985 con el Premio Ritz-París Hemingway por su novela La guerra del fin del mundo, como el legado “in memoriam” para la Caja de las Letras, junto con una foto donde se ve a Mario con esa pluma en su escritorio.
Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, asegura en entrevista que a partir de cada palabra relacionada con Vargas Llosa, los 100 creadores convocados —incluidos sus hijos, Álvaro y Morgana— hacen un análisis de palabras que son ciudades, como París, Londres, Barcelona, Madrid, Arequipa, Piura y Lima, y que también están palabras que siempre tuvo presentes: Cultura, Hispanoamericana, Mestizaje, Violencia y Libertad, y a partir de las cuales escritores y escritoras van recordando al reconocido autor.
Así, Alonso Cuento tomó la palabra “Familia” y durante la presentación del Diccionario, celebrada ayer en la Biblioteca Mario Vargas Llosa, dijo que entendida en el sentido de comunidad y pertenencia impulsa para Mario rebeliones, proyectos y utopías. “Creo que el sentido moral que tienen estas insurgencias, estas rebeliones, hacen que su obra sea al final una exploración del transgresor, una exploración del rebelde, una exploración del héroe y que en cierto sentido su obra es un llamado a la insurrección y por tanto a la esperanza. Hoy está esta esperanza, que creo que cada vez que lo volvemos a leer sentimos que la lucha es posible, que la moral tiene un sentido, que ser rebelde siempre es algo a lo que podemos aspirar y bueno, creo que eso es lo que estamos celebrando hoy día”.
Lee también Arriba Rey de España, Felipe VI a Arequipa, la ciudad natal de Mario Vargas Llosa

Y así, en presencia de Morgana Vargas Llosa y Luis García Montero, Marcelo Báez dijo: “Todos somos sobrinos de la tía Julia e hijos del escribidor” y agregó: “Me recuerdo viéndome recordar que escribía, junto con otros 99 cachorros, las entradas de este dicciomario en homenaje al Gran jefe”, y remató diciendo que “este libro, más que un homenaje, es una piedra de toque y aquí ganamos todos, la guerra del fin del mundo”.
Arequipa ha sido tomada esta semana por Mario Vargas Llosa y se ha convertido en una ciudad que ha desplegado más de mil elementos de seguridad y ha cerrado su Centro Histórico para la mejor celebración del Congreso Internacional de la Lengua Española, que hoy miércoles, en una ceremonia solemne, será inaugurado por el rey Felipe VI.
La llegada del monarca español ha activado las medidas de seguridad y los protocolos máximos en la Plaza de Armas, en todo el Centro Histórico y hasta la Casa Museo Mario Vargas Llosa, un espacio cultural que fue renovado y ayer se reinauguró teniendo una nueva sala dedicada a “El inmortal” —como fue investido el autor al ingresar a la Academia Francesa de la lengua—, así como una serie de videos y hologramas en los que el propio escritor da la bienvenida y cuenta pasajes de su vida y su obra.
Lee también Mario Vargas Llosa será eje del Congreso de la Lengua en Perú
Esa casona que se sitúa en la avenida Nueva Alameda Mario Vargas Llosa fue el domicilio donde nació el Nobel en 1936, en la que vivió apenas sus primeros seis meses de vida, pero que lo marcó. Dicen que se trasladó de Arequipa a Cochabamba, Piura y luego a Lima, donde vivió. A esta ciudad le donó su biblioteca personal compuesta por más de 21 mil volúmenes, entre los que destaca su ejemplar de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, sobre quien hizo su tesis doctoral, que tiene anotaciones al margen y al que le dio 20 de calificación. Desde ayer el volumen se exhibe, de manera permanente, en la Biblioteca Mario Vargas Llosa.