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La escultora Ángela Gurría (Ciudad de México 1929-2023) gozó de reconocimientos por su obra, por ejemplo, fue la primera mujer en ingresar a la Academia de las Artes, en 1974, y recibió los máximos galardones del país, como lo son el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 2013 y la Medalla Bellas Artes en 2015. Sólo le quedaba pendiente una exposición individual en el Palacio de Bellas Artes. A poco más de un año de su fallecimiento, finalmente se le rinde homenaje en las salas de este espacio con la exposición Ángela Gurría. Señales.
“Quiero que la conozcan. Puede parecer muy simple, pero pese a los galardones y al reconocimiento que tuvo desde distintas instituciones, por alguna extraña razón su nombre no está tan presente como debería. Fue de las primeras escultoras en el país que definió lo que era la escultura moderna en el siglo XX”, dice en entrevista Joshua Sánchez González, curador en jefe del museo, sobre el objetivo de la muestra.
El curador propone que esta exposición sea un homenaje que llegue a la profundidad del trabajo de Gurría y así dar pie a nuevas interrogantes para investigar.
Con profundidad, Sánchez se refiere a mostrar a través de la selección de 165 obras el “universo vasto” de Gurría: “Quisimos mostrar lo mejor y la mayor cantidad, es decir mostrar sus distintos periodos, temáticas y materialidades”.
En la exposición hay varias obras que se presentan por primera vez al público. Por ejemplo, al inicio del recorrido hay una serie de dibujos, acuarelas y grabados que hizo Gurría de venus en distintas poses, con perros o con temática patriótica. “Ofrecen una mirada inédita al género del desnudo en la obra en papel de Ángela Gurría”, se detalla en el texto de sala. Otras acuarelas que se muestran por primera vez son los estudios previos que hizo la artista sobre la escultura Homenaje a Tláloc, que se ubica en el Cutzamala. También debuta una serie de Experimentos editoriales, que son resultado de varios proyectos editoriales que ilustró y autoeditó. En esas piezas de forma circular se puede ver cómo la escultura exploró con distintos materiales que dieron texturas a sus trabajos de ilustración; se señala que estos experimentos muestran la transición de Gurría del dibujo a la escultura.
Pese a las novedades en dibujo de la creadora, la escultura sigue siendo la gran protagonista de la exposición. Se presentan obras como Dualismo, Deidad oriental y David, para abordar la temática del cuerpo femenino que interesaba a la artista; Montaña, Nube y Tepozteco son ejemplos de su escultura de paisaje y la naturaleza, a través de piezas como Dialéctica y el díptico La muerte en Chiapas. El arte público de Gurría, que consta de obras icónicas: Señales y Monumento a los trabajadores del drenaje profundo, es abordado a través de fotografías y maquetas. En el recorrido también se puede apreciar a Gurría a través del trabajo de artistas como Juan O’Gorman, Mathias Goeritz y Kati Horna.
El 28 de septiembre se presentará el catálogo de la muestra, que estará abierta hasta 2025.