El Centro Nacional de Culturas de Salud y Bienestar Kalan —cerrado al público pese a haber sido inaugurado en septiembre de 2024— es consecuencia de la fallida descentralización que impulsó el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Al hacer que la Secretaría de Salud entregara en 2021 su edificio sede, ubicado en Lieja 7, con la intención de mudar sus oficinas a Guerrero, inició un efecto dominó de decisiones y acciones que dejaron al como un recinto inoperante pese al millonario gasto, uno difícil de dimensionar, pues autoridades de Secretaría de Salud y del extinto Consejo Nacional de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación () han dado diversas cifras que no coinciden.

El día de la inauguración, 29 de septiembre de 2024, María Elena Álvarez-Buylla, entonces directora de Conahcyt, indicó que el recinto había costado 282 millones de pesos, una cifra ligeramente distinta a los 285 mdp que se indican en un video que hizo Conahcyt y se proyectó ese mismo día. Sin embargo, la Secretaría de Salud manejó otros datos. En el “Análisis Costo-Eficiencia del Programa y Proyecto de Inversión del Proyecto Integral de Restauración y Adecuación para el establecimiento del Centro Nacional de Culturas de Salud y Bienestar”, documento de junio de 2023, la dependencia calculó que el monto total de inversión del proyecto sería de 346 millones 656 mil 952 pesos. Pero en 2024, en el Presupuesto de Egresos de la Federación, Salud indica que destinó más dinero, siendo 359 millones 990 mil 427 pesos en total. El costo total de Kalan no es la única duda por aclarar.

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¿Quién es el responsable del recinto?

No está claro si Salud o Ciencia está a cargo de su administración y mantenimiento o si se trata de un recinto que comparten.

La confusión surge desde que el edificio de estilo art déco —que fue creado para el antiguo Departamento de Salubridad e Higiene— dejó de funcionar como oficinas centrales y se le impuso la misión de convertirse en lo que inicialmente se anunció, en julio de 2022, como el Museo Nacional de Salud (Munasal) y que se sumaría al proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura. Para septiembre de ese año, tras una reunión de avances, la Secretaría de Salud, cuyo titular era Jorge Alcocer Varela, se describió al recinto como “un espacio interactivo y didáctico, donde se conjugará el uso de nuevas tecnologías con contenidos atractivos, en formatos incluyentes y con perspectiva de género” en el que participarían más de 30 dependencias, entre éstas Conahcyt, que en sólo meses tomaría un rol protagónico.

“Pude asumir el encargo que me hiciera, a finales de 2022, directamente mi presidente. Me encomendó anunciando que sería un proyecto que me gustaría”, narró Álvarez-Buylla en la inauguración.

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“Yo podría decir que Conahcyt (llevaba la batuta), pero las reuniones importantes y grandes eran con Salud. Por ejemplo, cuando se dijo que se iba a llamar ‘Kalan, Secretaría de Salud’ dijeron ‘a ver, ya en la licitación viene Centro Nacional de Culturas de Salud y Bienestar y ya no lo podemos cambiar porque Hacienda aprobó el presupuesto para eso’. Al final, siempre tenía que haber un visto bueno de Salud para las cosas de índole operativas”, cuenta un extrabajador de Kalan que pidió declarar en confidencialidad.

Esta misma persona señala que conforme se fue desarrollando el proyecto del Centro, no hubo “claridad de dónde iba a salir el dinero para el mantenimiento”.

Ninguna de las dos dependencias asignó recursos para Kalan en 2025 y tampoco aparece en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2026. Sin embargo, en la inauguración, la exdirectora de Conahcyt declaró que “este espacio abrirá sus puertas de manera gratuita en los próximos meses, ya bajo la Secretaría de Salud del segundo gobierno de la Cuarta Transformación”.

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Organización caótica

Pedro Miguel, escritor y periodista, y Marco Barrera-Bassols, museógrafo, idearon el concepto del Centro desde que se llamaba Munasal. El recinto fue presentado el día de la inauguración con una exposición permanente en ocho salas (Cuidarnos, Cuerpo, Salud mental, Comunidad, Vínculo, Sociedad, Planeta y Futuro), el Observatorio de serenidad, sexualidad y movimiento, Colisionador de ideas, Salas sobre medicina tradicional y herbolaría, una sala dedicada a Matilde Montoya —primera mujer médica en México— y otra dedicada al arquitecto del edificio, Carlos Obregón Santacilia.

También se anunció una biblioteca, mediateca y cafetería y obras de artistas como Ariel Guzik, Francisco Toledo, Raúl Anguiano, Laura Quintanilla, Jesús Urbieta, Jorge Alberto Aguilar y Vladimir Kibalchich Russakov, conocido como Vlady.

Antes de la creación del Centro, el inmueble fue restaurado, se hicieron trabajos en 10 mil m² de cantera, 150 luminarias históricas, un mural y seis vitrales de Diego Rivera, y dos puentes con recubrimiento de cobre, entre otros.

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Al hacer referencia a los retos que implicó el proyecto, Jorge Alcocer dijo que Buylla tuvo “varias caídas”. No fue una exageración, de acuerdo con la descripción de lo caótico que fue hacer Kalan, según lo que comparte el extrabajador del proyecto.

Cuando él fue contratado, notó que la participación de muchos despachos propició que “ninguno se pusiera de acuerdo”. Entre estas empresas están Tares, Himsa, Linterna de Hidrógeno (a la que se le pagó 2 millones 169 mil pesos), Estudio MMX (con un pago de 4 millones 431 mil 200), Gerardo Pellicer Monterrubio (con un contrato por 2 millones 67 mil 468 pesos) y Cande (quien recibió 4 millones 223 mil 208 pesos).

“Buylla no quería un museo, pero a la vez sí (...). Un día se le ocurría una cosa y luego otra”, dice el extrabajador que señala que las ocurrencias y su actitud de “curadora” generaba conflictos, peleas, gastos no considerados y atrasos.

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Entre esa lista de “ocurrencias” de la exfuncionaria se encuentra Sacbé de la salud, una exposición “ideologizada” de la historia de la salud, describe el extrabajador.

En la apertura del Centro Kalan, María Elena Álvarez-Buylla destacó que se atendió con “pulcritud” el rescate del edificio “ para entregar hoy a nuestro pueblo un espacio de acceso universal”, pero el lugar sigue cerrado al público sin explicación alguna.

En una primera visita, personal de seguridad señaló que en el edificio continúan labores de remodelación. En una segunda, realizada el pasado martes, se insistió en que no tiene fecha de apertura. Se solicitó entrevista sobre el tema tanto a Secretaría de Ciencia como a la de Salud, pero al cierre de edición no hubo respuesta.

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