
París/Sao Paulo. —El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, referente mundial del fotoperiodismo comprometido con el medio ambiente y las causas sociales, falleció ayer en París a los 81 años debido a una leucemia.
Salgado sufría “una forma rara de malaria” que contrajo en 2010 en Indonesia mientras trabajaba en su proyecto Génesis, anunció su familia en un comunicado: “Quince años después, las complicaciones derivaron en una leucemia grave que finalmente le costó la vida”.
“A través de la lente de su cámara, Sebastião luchó incansablemente por un mundo más justo, humano y ecológico”, añadió la familia.
“Durante más de cinco décadas, junto a su pareja Lélia Wanick Salgado, creó una obra fotográfica inigualable. Rica en contenido humano, ofrece una perspectiva sensible sobre las poblaciones más desfavorecidas con una perspectiva sobre los problemas medioambientales que amenazan el planeta”, resaltó.
Nacido en Minas Gerais en 1944, Salgado se hizo mundialmente famoso por su cobertura en blanco y negro de conflictos y de algunos de los principales dramas de la humanidad, como la emigración, la pobreza o la destrucción del medio ambiente. Un reportaje suyo sobre las condiciones de vida de los “garimpeiros”, mineros de oro que actúan ilegalmente en Brasil, dio la vuelta al mundo en 1987.
“Sebastião fue mucho más que uno de los mayores fotógrafos de nuestro tiempo (...) Sembró esperanza donde había devastación y dio vida a la creencia de que la reparación ambiental es también un profundo acto de amor por la Humanidad”, señaló Terra Institute, fundado junto con su mujer.
Salgado era miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia, que anunció a sus integrantes con inmensa tristeza el fallecimiento. Residente en París desde hacía varias décadas, Salgado tenía su estudio en una de las orillas del Canal Saint Martin, al este de la ciudad.
Salgado logró algunos de los principales premios mundiales, como el Príncipe de Asturias de las Artes (1998), el galardón de honor de los Sony World Photography Awards (2024) o el premio Rey de España de Periodismo (1988).
Él aseguraba que a lo largo de décadas de carrera nunca planificó el material que esperaba captar en sus viajes, porque el arte fotográfico “es una sorpresa eterna”.
Salgado iba a ser el invitado de honor este fin de semana del festival fotográfico VIF, que se celebra en el famoso castillo de Vincennes, en las afueras de París.
El fallecimiento de Salgado conmocionó al mundo; decenas de países, instituciones, como la UNESCO, y colegas reaccionaron a la noticia. En México, la Secretaría de Cultura lamentó la muerte del fotógrafo, quien en febrero pasado estuvo en el país para presentar su exposición Amazônia, en el Museo Nacional de Antropología (que concluyó apenas el 4 de mayo) y en la que documentó la vida cotidiana en esta región amenazada por la contaminación, la minería, la agricultura masiva y otras industrias.EFE