El 2024 fue para la editorial española Acantilado un año intenso y de festejos por los 25 años de su fundación, también la oportunidad de hacer un alto para dar nuevos pasos hacia el futuro con un plan editorial definido para este 2025 y con una lista de nuevos títulos que se incorporan a un catálogo riquísimo y singular cuyo secreto es compaginar, como pocos sellos, las obras de voces consagradas con la apuesta en nuevas voces.
La editorial que es casa de autores emblemáticos como Stefan Zweig, de quien acaban de incorporar De un mundo a otro. Correspondencia (1893-1973) con Romain Rolland; Franz Kafka, de quien publican "Un médico rural. Pequeños relatos"; Peter Stamm, de quien recién lanzaron "El archivo de los sentimientos", con el que suma ya doce títulos; así como Georges Simenon, de quien tienen 24 títulos; Imre Kertész, del cual suman 15 obras, y Natalia Ginzburg, de quien atesoran una decena de sus obras, es sólida a sus 25 años y vislumbra su expansión en el futuro próximo.
“Sobre eso trabajamos, somos una editorial de fondo, entendiendo el fondo como un activo dinámico y que se va nutriendo; fondos son ya las novedades que presentamos el año pasado, no son sólo los libros de hace 15 años, fondo al final son todos, y trabajamos con la esperanza de que los libros se irán reimprimiendo”, afirma Sandra Ollo, directora editorial de Acantilado, la editorial que recibió el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural de 2024 en su cuarto de siglo.
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La editora española tiene el catálogo de 2025, “seleccionado, dibujado, comprado, traducido y cerrado”, lo trabajan con bastante anticipación porque invierten mucho tiempo en el proceso de edición, lo requieren para hacer obras de altísima calidad. “Editamos entre 30 y 40 novedades anuales”, pero suman unas 300 reimpresiones al año, tienen un catálogo vivo.
“Hay libros que nos han llevado seis meses hacer y hay libros que nos han llevado seis años, pero apuestas son todos, porque si no apuestas no estarían en la programación editorial, no hay hermanos más guapos o menos guapos, todos son guapísimos”, dice la editora.
Cuenta que siempre está escuchando, viendo, buscando y abierta a los hallazgos y a esperar las nuevas obras de sus autores consagrados; buscan la calidad, igual si vienen de Europa como si son de América o Asia, “no tengo una limitación territorial”, afirma y agrega que trabajan con un calendario inverso. Definen la fecha en que quieren que tal o cual libro quieren que esté en librerías, a partir de allí definen la fecha en que tiene que estar en la distribuidora, el día en que tiene que estar en la imprenta, el día en que ella debe tener el archivo cerrado.
Lo que sí es cierto es que poco a poco van encontrando voces. “El año pasado publicamos a María Negroni, por ejemplo, que es autora Argentina, no tenemos una línea tan marcada como quizá otros sellos españoles que albergan una gran parte de la narrativa contemporánea latinoamericana, pero vamos poquito a poco incorporando cosas, no porque sean o no sean americanos sino porque son buenos”.
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Agrega que hay Acantilado para largo, “cada año tenemos un pequeño crecimiento de territorio, vamos llegando a muchos más países, sobre todo en América”, asegura Ollo, quien celebra afianzarse en el mercado de Estados Unidos”.
“Estamos entrando en mercados en los que no estábamos, en Paraguay, por ejemplo, y nos hemos afianzado en Perú que teníamos una entrada muy floja; en Ecuador que apenas teníamos presencia, este año lo hemos conseguido”, dice la editora que concluye asegurando que en este momento no tiene la tentación de sumarse a un gran consorcio editorial o vender Acantilado, “en este momento la confianza es total y plena en la autonomía y en la independencia en seguir así”.