Hace 100 años, el 25 de noviembre de 1924 (Rivera, Colombia, 1888 - Nueva York, 1928) publicó la primera edición de "La vorágine". La “gran novela de la selva”, la llamó el uruguayo Horacio Quiroga; “la gran novela de Colombia”, la definió el escritor y periodista Antonio Caballero.

"La vorágine" es una obra narrada en primera persona por un poeta modernista, Arturo Cova —especie de alter ego de Rivera—, quien cuenta que tras embarazar a su novia Alicia, una joven de una familia pudiente de Bogotá, decide huir con ella. Se internan en los Llanos Orientales y después en la selva, hasta el Alto Rionegro, el norte amazónico que comparten Brasil, Venezuela y Colombia; ahí atestiguan cómo el caucho, que desde finales del siglo XIX sostiene los grandes capitales en el mundo, ha costado la vida y sufrimientos de indígenas y mestizos que son explotados y esclavizados.

Poco tiempo después de publicar "La vorágine", el propio Rivera habría de advertir que no se comprendía su “trascendencia sociológica”: “Dios sabe que al componer mi libro no obedecía a otro móvil que el de buscar la redención de esos infelices que tienen a la selva por cárcel. Sin embargo, lejos de conseguirlo, les agravé la situación, pues solo he logrado hacer mitológicos sus padecimientos y novelescas las torturas que los aniquilan... La obra se vende, pero no se comprende”, escribió, en diciembre de 1926 al crítico Luis Trigueros.

Foto: Tomadas del sitio web de la Biblioteca Nacional de Colombia
Foto: Tomadas del sitio web de la Biblioteca Nacional de Colombia

Esa dimensión sociológica se advierte desde las primeras líneas: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia.”

Este año que se cumple el centenario de la primera edición, en Colombia ha habido homenajes desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, e instituciones educativas. Con nuevas ediciones han querido recuperar esa otra dimensión de la novela, por encima de cualquier idea de romanticismo o costumbrismo, y abundar en su valor documental y social, además del literario.

El Ministerio publicó y difunde la Biblioteca Vorágine, integrada por diez libros que se pueden consultar y descargar de manera gratuita en . Incluyen: "La vorágine", de Rivera; "Holocausto en el Amazonas. Una historia social de la Casa Arana", de Roberto Pineda Camacho; "La historia de José Eustasio Rivera", de Isaías Peña Gutiérrez; "Mujeres frente a la vorágine amazónica", con edición de Daniella Sánchez Russo y Laura Victoria Navas, y "Raíces históricas de ‘La vorágine’", de Vicente Pérez Silva, quien, entre otras cosas, alerta que en Colombia y el planeta la vorágine continúa entre la selva del crimen y de la violencia incontenible.

A propósito de esta Biblioteca, el ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, escribió "Cien años de vorágines", donde relata que como abogado, Rivera había viajado al pueblo de Orocué y pudo constatar lo que varios informes señalaban, que —afirma el ministro— “la Amazonia colombiana y peruana era el escenario de la empresa colonial extractivista más cruel que haya existido en el siglo XX en América Latina”; que miles de indígenas fueron esclavizados a través de la economía del endeude, y que la maquinaria para extraer látex de los árboles acabó con la vida de más de 60 mil personas como consecuencia de la brutalidad de caucheros de empresas como la Casa Arana, de Perú.

Otra obra conmemorativa es de la Universidad de los Andes: "La vorágine. Una edición cosmográfica", un ensayo de Margarita Serje y Erna von der Walde en el cual retoman aquella inquietud inicial de Rivera sobre la necesidad de encontrar la dimensión sociológica de su libro. Señalan las carencias que persisten en las lecturas de la novela hasta nuestros días, en las que se atribuye la violencia relatada a la “barbarie” y el “salvajismo” que supuestamente caracterizan los espacios en los que transcurren los hechos, sin tener en cuenta los procesos que los han configurado. “La obra carga todavía con el lastre del determinismo geográfico, lo cual a su vez ha afectado la posibilidad de explorar más en profundidad, la que Rivera destaca como su ‘trascendencia sociológica’”, dicen las autoras.

Finalmente, la Universidad Nacional de Colombia —donde José Eustasio Rivera estudió Derecho— reedita la primera versión de la novela, la de 1924; el autor habría de publicar otras nuevas ediciones, hasta 1928, cuando murió; la última de estas, autorizada por su autor, es la que ha llegado a los lectores y es base de más de 140 ediciones de "La vorágine", en el mundo. Aquella primera edición de 1924 se distingue por la prosa poética, pero también por contener fotografías, algo hasta entonces inusual y un valor testimonial único.

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