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Leonardo Curzio fue contundente al explicar el motivo de su renuncia a la dirección y conducción de Enfoque Noticias. “Me pidieron la cabeza de dos colaboradores”, informó.
En tiempos de tanta violencia, la frase es fortísima. Pero clara.
Edilberto Huesca, presidente de NRM Comunicaciones, solicitó al doctor Curzio que despidiera a María Amparo Casar y a Ricardo Raphael. Y que finalizara la mesa de debate donde asistían. La tertulia que muchos seguimos con gusto los jueves.
¿Por qué el señor Huesca prefirió sacar todo el noticiario, que llevaba 18 años, con analistas de primer nivel, exitoso? ¿Quién le pidió que lo hiciera?
Supimos, por mensajes y declaraciones de los propios afectados, que la decisión se debió a las opiniones expresadas en su última participación.
La respuesta del concesionario llegó más tarde y fue poco convincente.
El Güero Huesca, entrevistado por su conductora Adriana Pérez Cañedo, dijo que no era rentable ese espacio. Que había caído en una rutina.
¿De verdad, señor Edilberto? ¿Luego de más de una década con ellos, de pronto le pareció que eran rutinarios? ¿No le alcanzó para los honorarios de dos reconocidos comentaristas que iban un día a la semana? ¿No era rentable un programa radiofónico de los más escuchados en el país. ¡Vamos!
Ciertos dueños de medios y políticos insisten ( y se equivocan) en querer engañar a la gente. Ante lo evidente, juegan a menospreciar a la audiencia.
Ayer, en su columna de EL UNIVERSAL, Ricardo Raphael volvió a ser preciso: “Tres profesionales de la información nos encontramos injustamente convertidos en noticia. Un acto de censura nos obligó a serlo… después de concluida la emisión recibí una llamada cordial de Enrique Ochoa… No conozco cuánta fue la presión que recibió don Edilberto por nuestra causa… tampoco sé quién, en concreto, ejerció esa presión y sin embargo me consta que fueron los argumentos vertidos en la tertulia los que detonaron nuestra salida”.
El debate, documentado e inteligente, entre Leonardo, Ricardo y María Amparo incluyó las demagógicas y engañosas propuestas del PRI de quitar totalmente el financiamiento público a partidos y eliminar plurinominales. Nada fuera de contexto, pero sobre todo, nada que faltara a la verdad.
Lo que está pasando en México es grave. La amenaza a la democracia es real.
No se trata de un hecho aislado.
Entre otros, ahí está el emblemático caso de Aristegui. Ahora, les tocó a Curzio, Raphael y Casar.
El gobierno peñista presionó a empresarios desde el inicio del sexenio. Directamente o a través de cuantiosos recursos de publicidad oficial. Lo sigue haciendo. ¿Por qué habría de parar al final?
Los colegas, y la sociedad en general, debemos llamar a las cosas por su nombre. Es censura. Y se trata de ataques al derecho a la información y a la libertad de expresión. Desde el poder y con nuestros recursos.
Que no nos vengan, Edilberto Huesca, Joaquín Vargas y compañía, con que… “a Chuchita la bolsearon”.
@elisaalanis
