Veinticinco millones de niños no recibieron su primera dosis de vacunación contra el durante 2021. Esta cifra global de la Organización Panamericana de la Salud muestra el impacto de las bajas coberturas de vacunación durante y después de la pandemia de Covid 19, sobre todo en enfermedades altamente contagiosas como el sarampión: una sola infección puede alcanzar hasta 18 personas que no hayan sido inmunizadas, tal como si se lanzara un cerillo en paja seca.

Las consecuencias se empezaron a ver gradualmente en el mundo y ahora nuestro país vive esta realidad con cifras en peligroso ascenso. Los contagios aumentaron de 362 a 4 mil 758 entre abril al cierre de septiembre de 2025, un incremento superior a 1100% en unos cuantos meses. Los números son un ejemplo claro de que con los virus no se puede bajar la guardia.

La doctora Rosa María Wong, de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM señala que es vital subrayar que el sarampión es una enfermedad prevenible por vacunación. “En el momento en que se presentan casos es porque se trata de población que no ha sido vacunada o que solo recibió dosis parciales”, señala y agrega que la historia de estos nuevos brotes en el país iniciaron en enero de este año con la ola de casos en Canadá y Estados Unidos. “La población menonita en tiene muchos intercambios con la población de Texas, pero estos grupos no reciben vacunas porque no aceptan muchas cosas de la modernidad y entre ellas está justamente la vacunación”.

Sarampión al alza en México
Sarampión al alza en México

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Wong cuenta que de esta forma empezaron los casos de sarampión en el norte del país que también llegan rápidamente a la comunidad indígena de los rarámuris, en el municipio de Cuauhtémoc, ubicado al oeste de Chihuahua, famoso por ser la capital de la manzana y por la presencia de la comunidad menonita y otros grupos que dan lugar a su apodo de la “ciudad de las tres culturas” (mestiza, menonita y tarahumara).

Es así que este lugar, que se destaca como un importante corredor comercial agrícola y ganadero, se convierte en el epicentro de esta nueva ola de sarampión en el país. A la fecha Chihuahua concentra 95% de los casos. Según cifras de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, al 1 de octubre, el estado reportaba 4 mil 340 casos confirmados de los 4 mil 773 casos nacionales. Cabe señalar que la cifra de casos probables acumulados crece a 10 mil 410, donde estados como Jalisco, Guanajuato y CDMX empiezan a sumar cifras.

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Grupos susceptibles

“Antes cuando había campañas de vacunación se acompañaban con un censo nominal, mediante el que se tomaba el nombre de la persona y se registraba puntualmente el número de vacunas recibido”, señala Wong. Un censo nominal es un registro detallado de personas con información, como su nombre y domicilio, que se utiliza para el control y seguimiento de individuos en programas como la vacunación.

“Ahora no se tiene esa información, sólo se hacen cálculos por el número de dosis que se compran y la población que existe. Las coberturas han caído importantemente, aunque desde antes de la pandemia ya habían caído por falta de abasto, pero después de la pandemia el problema se intensificó por las condiciones que limitaron que la gente fuera a vacunarse”, apunta Wong.

La especialista dice que así se acumuló una gran cantidad de individuos susceptibles: los niños menores de cinco años, justo a partir de la pandemia, pero también hay muchos registros en población de 20 a 40 años. Comenta que los numerosos casos en este último grupo tienen diversas explicaciones. Una hipótesis es que cuando nacieron se ponía una sola dosis. A principios de los 90 del siglo pasado es cuando se decide ampliar la cobertura a dos dosis, pues en 1990 hubo millones de casos a nivel global debido a una pandemia de sarampión por la que mucha gente falleció.

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En México a partir de 1991 se aplican dos dosis y el virus empieza a dejar de circular en 1997. “Observamos que esta fecha también es coincidente con las edades en las que se están presentando muchos casos de sarampión. Se han hecho estudios epidemiológicos en el país para ver qué poblaciones son las que presentan más baja en anticuerpos y justamente en estos rangos de edades es donde se presenta una mayor baja de anticuerpos: menores de cinco, y de veinte a cuarenta años”. Además de esquemas incompletos, otras explicaciones para la susceptibilidad de este último grupo tiene que ver con su mayor movilidad a nivel global.

La especialista señala que por estas observaciones en salud pública es que se toma la decisión de poner la vacuna a la población de 49 años para abajo. “Si se tienen dos dosis es lo adecuado, pero si se pone una tercera dosis no hay efectos negativos en el organismo; es decir, si no se sabe el número de dosis de sarampión que se tiene es mejor aplicarla: ante la duda es importante ponerse una nueva dosis”.

Rosa María Wong puntualiza que los casos registrados en la población de 50 años en adelante son extremadamente bajos. Esto se debe a que estos individuos estuvieron presentes en la circulación más fuerte del virus, que muchos fueron contagiados en esa época y que el contacto con el sarampión desarrolló sus defensas.

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La importancia de la vacunación

El llamado es claro: la vacuna contra el sarampión, disponible en el país hace más de 40 años, es segura y eficaz. Se recomiendan dos dosis para asegurar la inmunidad y para proteger a la población es necesario que el 95% de las personas estén vacunadas. Según información de la OMS, antes de que se introdujera en el mundo la vacuna contra el sarampión, en 1963, y se optara por la vacunación generalizada, aproximadamente cada dos o tres años se producían epidemias globales importantes que causaban alrededor de 2.6 millones de muertes cada año.

En México, las vacunas disponibles contra el sarampión son la vacuna triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y paperas, y la vacuna doble viral (SR), que protege contra sarampión y rubéola. El esquema de rutina de vacunación de nuestro país marca la primera dosis de la SRP a los doce meses y el refuerzo a los 18 meses. Según información de la Secretaría de Salud, para los niños nacidos antes de julio del 2020, el refuerzo se aplica a los 6 años.

La llamada dosis cero se aplica en niños de 6 meses a 11 meses de edad, luego se repite a los 12 meses y se completa el esquema. La dosis cero de sarampión se aplica a bebés que han estado en contacto con un caso confirmado de sarampión, como una medida de salud pública durante un brote y no forma parte del esquema regular de vacunación. La dosis de refuerzo se aplica en la población de 10 a 49 años de edad.

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En la actualidad, la manifestación de la enfermedad es la misma. La infección por sarampión se transmite mediante gotículas que se dispersan por el aire, debido a la tos y la secreción nasal intensa. Los síntomas aparecen de siete a 14 días después del contagio. La doctora explica que se caracteriza con fiebre, primero con una infección respiratoria muy fuerte con malestar general y después salen unas manchas blancas al interior de los cachetes. Posteriormente empieza el salpullido de la cabeza a los pies.

La enfermedad dura alrededorde 15 días, pero puede dejar secuelas graves. “El problema no es el sarampión en sí, sino las probables complicaciones: infección en el oído, laringotraqueitis, neumonía e inflamación del cerebro. En adultos se pueden presentar cuadros de diarrea con deshidratación muy fuerte que puede llevar hasta la muerte. Es importante identificar la enfermedad y saber que sí hay muertos en el país por el sarampión”, señala la investigadora.

Otra consecuencia del sarampión detectada por los científicos es que debilita el sistema inmunológico durante años. Estudios recientes han demostrado que las personas que padecen sarampión sufren una disminución significativa en su sistema inmune. Hasta ahora, se contabilizan 21 en el país decesos por la enfermedad.

Rosa María Wong subraya que la estrategia de salud pública es la difusión certera del problema y que la gente sepa que es una enfermedad prevenible por vacunación. Cuando se tienen porcentajes en la población por arriba del 95% no se presenta el sarampión, así dejó de circular en el país por más de 20 años. “De 1997 a 2019 sólo hubo 200 casos y ahora en lo que va de este año hay registrados alrededor de cinco mil y seguramente hay muchos más. Es necesario vacunarse y si hay dudas sobre si hemos recibido las dosis adecuadas es importante buscar un refuerzo. El sarampión es una enfermedad que puede ser muy grave, pero es prevenible por vacunación”.

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