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Un término que ha estado tomando relevancia en la actualidad es la práctica de mindfulness o atención plena. Esta es una herramienta eficaz que ha demostrado grandes beneficios para las personas al reducir el estrés y mejorar el bienestar tanto mental como físico, comenta la Dra. Mayra Cecilia Martínez Mallén, psiquiatra, psicoterapeuta cognitivo conductual y maestra certificada en mindfulness del Centro Médico ABC.
Enfoque médico de mindfulness
El mindfulness o atención plena consiste en la consciencia que surge cuando prestamos atención de manera particular en el momento presente, con curiosidad y amabilidad hacia las cosas tal cual son, sin realizar juicios.
En otras palabras, es la práctica de estar plenamente consciente en el aquí y en el ahora, de manera receptiva.
Debido a estas características, en el ámbito médico se han encontrado grandes beneficios para mejorar la calidad de vida de las personas.
Originalmente, las técnicas de mindfulness fueron empleadas para pacientes con dolor lumbar y se identificó que ayudaba también a reducir síntomas de depresión y de estrés o ansiedad, por lo que, posteriormente, se implementaron en pacientes con episodios depresivos o trastornos de ansiedad, para la reducción de la intensidad de los síntomas, así como prevenir recaídas.
Los efectos de esta práctica van más allá del alivio emocional, ya que se ha asociado también a que las personas que practican mindfulness mejoran su calidad de sueño, la concentración, fortalece el sistema inmunológico, disminución de la presión arterial y, en general, una mayor resiliencia frente al estrés; todo esto en conjunto contribuye a un mejor bienestar físico.
Al hablar del enfoque médico y el apoyo del mindfulness es de crucial importancia entender que esta es solamente una herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas y no es una cura ni para las enfermedades ni para el dolor, señala la Dra. Martínez.
Ante lo cual, el mindfulness es una técnica que debe complementarse con los otros tratamientos y enfoques que los médicos y especialistas han indicado, permitiendo llevar una estrategia multidisciplinaria para la atención de las condiciones de salud de las personas.
El manejo del dolor y mindfulness
Uno de los usos más estudiados del mindfulness es su aplicación en el manejo del dolor, que puede ser tanto físico como emocional. Se ha visto que esta práctica ayuda a las personas a relacionarse de una manera distinta con su dolor, lo que permite promover una actitud de aceptación en lugar de resignación o resistencia.
Todo esto implica una toma de conciencia sobre las sensaciones corporales y emocionales, permitiendo así percibir el dolor de una manera más objetiva y precisa.
Un ejemplo de esto, indica la Dra. Martínez, es cuando un paciente experimenta dolor crónico, pero aun así puede identificar que este dolor no es igual todo el tiempo, que puede incluso, haber momentos donde el dolor disminuye o desaparece.
De esta forma, la atención plena enseña a los pacientes a observar su dolor sin juzgarlo, es posible llegar a reducir la percepción de incomodidad y mejorar el estado de ánimo.
Por otra parte, también ayuda a las personas a enfocarse en otros aspectos positivos de su vida, lo que será de gran ayuda para permitirles disfrutar de sus actividades diarias y encontrar bienestar en aspectos que no están relacionados con su condición médica.
Si bien el mindfulness no elimina el dolor en sí, sí puede ayudar a reducir su intensidad y cambiar la forma en que la persona lo experimenta. Esto es especialmente relevante en aquellas personas que presentan dolor físico crónico como el dolor de espalda o la migraña, por citar algunos ejemplos.
En estas dos condiciones, así como en muchas otras, el estrés desempeña un papel importante en la percepción que se tiene del dolor; al reducir los niveles de estrés con las estrategias mindfulness, existe la posibilidad de obtener un alivio considerable, lo que se traduce en una mejora en su calidad de vida.
Cómo implementar mindfulness en el día a día
La Dra. Martínez indica que practicar mindfulness no significa que solo sea una sesión de meditación en donde te sientas y cierras los ojos para enfocarte en tu respiración. En realidad, el mindfulness es una serie de ejercicios conscientes que se pueden incorporar en la vida diaria a través de pequeñas actividades realizadas con plena atención.
Uno de los ejercicios más conocidos de esta herramienta es el de la “pasita”, que consiste en comer una de estas frutas, pero hacerlo de manera muy consciente. Esto significa prestar atención a cada detalle de la experiencia, identificar el sabor o sabores que pueden generar, el aroma que tiene, sus texturas durante todo el proceso, así como las sensaciones asociadas que pueden ir desde los ruidos provocados al masticar hasta recuerdos que despierte su sabor.
Realizar este tipo de ejercicios enseña a experimentar la realidad de una manera más plena y consciente, dejando de lado distracciones o pensamientos que podrían estar afectando la manera en que percibes tu día a día. Pero en el mindfulness existen otras prácticas que cualquier persona puede aplicar en su rutina diaria.
Siguiendo este mismo concepto, el mindfulness puede emplearse en diversas actividades como bañarse, platicar con alguien, caminar o hasta ver un capítulo de alguna serie, evitando otras distracciones y permitiendo estar concentrados en el presente y en la acción elegida.
La idea es entrenar la mente para centrarse en una sola actividad a la vez, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad.
También existen otros ejercicios como el escaneo corporal que permite estar consciente de todas las sensaciones presentes, la meditación donde la respiración puede actuar como un ancla para la mente y la meditación del amor bondadoso, que ayuda a cultivar sentimientos de compasión y agradecimiento hacia uno mismo y hacia los demás.
Aunque existen múltiples herramientas que permiten tener un acercamiento al mindfulness, siempre es una buena idea buscar a un maestro certificado en esta práctica para identificar las mejores opciones que se amolden a tu estilo de vida y tus objetivos personales.
El mindfulness es una herramienta que puede utilizar cualquier persona, pero especialmente, aquellas que viven con una condición médica como dolor, estrés, problemas de sueño u otros padecimientos, realizar estos ejercicios puede ayudar a mejorar su calidad de vida, aumentar su autocuidado y hacerlos conscientes de sus pensamientos y emociones, lo que se traduce en tomar decisiones más saludables para su bienestar general, concluye la Dra. Martínez.
En caso de que desees conocer más sobre la técnica mindfulness, puedes acercarte al Centro Neurológico del Centro Médico ABC, donde podrás encontrar especialistas con el conocimiento necesario no solamente para guiarte en el camino del mindfulness, sino también para brindarte atención en las diferentes condiciones médicas que pueden estar afectando tu vida.
