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Todas las mujeres, en algún momento de su vida, llegarán a la etapa de la menopausia, que es cuando dejan de tener su periodo menstrual de manera regular y se presentan cambios hormonales que pueden afectar su estado físico, emocional o mental.
El Dr. Santiago Nava Townsend, médico cardiólogo y jefe de la especialidad de electrofisiología del Centro Médico ABC, señala que existe una creencia en donde la menopausia está relacionada directamente con la salud cardíaca de la mujer, pero la realidad es diferente a lo que se cree.
Previo a la etapa de la menopausia, el estrógeno, hormonas que juegan un papel clave en la salud reproductiva de la mujer; también tienen un papel importante en la salud de sus huesos, cerebro y corazón. Así, una vez que se empieza a desarrollar la menopausia, que puede durar varios años, los niveles de estrógeno comienzan a disminuir y sus efectos benéficos también se reducen.
Y aunque anteriormente se creía que la enfermedad cardiovascular solamente afectaba a los hombres, hoy día se sabe que este tipo de padecimientos, aunque sí pueden aparecer en una edad más tardía que en los hombres, es incluso más peligrosa en las mujeres, una vez que se ha desarrollado.
Menopausia y el corazón, ¿cómo se relacionan?
Algunos de los síntomas cardiovasculares que se presentan en la menopausia podrían confundir y preocupar a las pacientes. La realidad es que algunos de estos no representan incremento en el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiaca, señala el Dr. Nava; lo que sí sucede, es que existe un tercer componente que tiene mucha relación para estos síntomas en las mujeres.
El sistema nervioso autónomo, que se encarga de controlar todas las funciones automáticas del cuerpo como los latidos del corazón, el estrechamiento o ensanchamiento de los vasos sanguíneos o el respirar, por citar algunos ejemplos, puede favorecer algunos de estos síntomas al desarrollar la menopausia.
En este sentido, es posible que la mujer presente diferentes síntomas como el calor, flushing, el rubor en la cara y hasta la taquicardia, todo esto se encuentra mediado por el cerebro.
Una situación que con frecuencia se escucha que presentan las mujeres que están viviendo la menopausia son los bochornos. Los bochornos, sofocos o síntomas vasomotores, son una sensación repentina e intensa de calor que se puede presentar en la parte superior del cuerpo, en especial en el rostro y se estima que hasta el 80% de las mujeres lo pueden mostrar.
Durante un bochorno, existe vasodilatación que aumenta el incremento del flujo de sangre a los vasos sanguíneos, lo que provoca la sensación de calor, enrojecimiento, sudoración y la sensación de taquicardia. Pero, aunque esto puede llegar a ser molesto, es una reacción normal del cuerpo ante el cambio que está viviendo y que no representa un riesgo para la salud de la mujer, ni de su corazón.
Por otra parte, de manera más silenciosa y a la par de esto, tanto en la menopausia como después de esta, la mujer incrementa su peligro cardiovascular, en caso de tener factores de riesgo secundarios, aquí es donde verdaderamente está el peligro para el corazón de la mujer.
En este sentido, una mujer que ha llegado a la etapa de la menopausia pierde la protección estrogénica que tenía, lo que iguala su amenaza cardiovascular al de un hombre, pero que, en función a los diferentes factores de riesgo, esto duplicará el peligro en la salud de la mujer.
Dentro de los principales factores de riesgo se encuentran:
● Hipertensión o presión arterial alta.
● Colesterol elevado.
● Diabetes.
● Tabaquismo.
● Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
● Sedentarismo.
● Estrés.
● Obesidad o sobrepeso.
● Otras enfermedades que favorecen estados inflamatorios crónicos.
Gracias a la protección estrogénica es que los infartos en las mujeres comienzan hasta después de los 55 años, en promedio, mientras que en los hombres se presentan a partir de los 35 años.
Pero, es importante saber que una mujer que no tenga factores de riesgo secundarios, no tendrá un mayor incremento del peligro cardiovascular a futuro, esto sin importar si durante la menopausia presentó o no síntomas vasomotores.
Diferencia entre taquicardia y arritmia
Como ya se mencionó, la taquicardia es un síntoma común de la menopausia y es un incremento en la frecuencia cardíaca, que, incluso, puede presentarse al practicar algún ejercicio, cuando se tiene una emoción fuerte o al ponerse de pie rápidamente; aquí el corazón se acelera, pero es una reacción fisiológica normal y breve de este órgano.
Mientras que la arritmia es un ritmo anormal en los latidos del corazón y se produce cuando este no funciona adecuadamente debido a sus impulsos eléctricos lo que puede provocar que lata más rápido de lo normal (taquiarritmia); en cambio, cuando es más lento de lo normal, se conoce como bradiarritmias, o con un patrón irregular, conocida como fibrilación auricular; esta situación sí conlleva un riesgo para la salud de la mujer y del hombre.
Aunque en todos los tipos de arritmias es necesario buscar atención médica especializada, en particular al momento de hablar de la fibrilación auricular esto es más importante, debido a que incrementa hasta seis veces el riesgo de que la mujer presente una embolia cerebral, y hasta tres veces de desarrollar una insuficiencia cardíaca.
El Dr. Nava señala que el principal problema de la fibrilación auricular es que en hasta el 40% de los casos se puede desarrollar de una manera asintomática, lo que significa que cuando se hace el diagnóstico cardiovascular ya se pudo haber desarrollado daño irreversible.
Aparte de la taquicardia y la arritmia, existe otra situación común que involucra el latido del corazón, las extrasístoles, que es un latido adicional que se genera debido a una actividad anómala en el corazón, esto sucede justo después de un latido cardíaco normal y se puede llegar a percibir como una sensación de mariposeo o de burbujeo al nivel del corazón, y en ocasiones es una sensación que precede a una arritmia.
Aunque en general la extrasístole es una arritmia benigna que solamente genera esa percepción de molestia, en caso de percibirlas, es mejor buscar atención médica solo para confirmar que no haya un riesgo para la salud.
Otras enfermedades que también se pueden presentar, una vez que la mujer ha llegado a la menopausia, es la enfermedad de las arterias coronarias, hipertensión, insuficiencia cardíaca o enfermedad microvascular coronaria.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), estima que, en general, más mujeres que hombres mueren por alguna enfermedad cardiovascular, convirtiendo esta situación en la primera causa de muerte en las mujeres.
El principal peligro para la vida de la mujer: No buscar atención cardiológica
Existen múltiples causas que favorecen la aparición de enfermedades cardíacas en las mujeres una vez que han llegado a la menopausia.
Por un lado, contaban con el factor protector por el estrógeno, lo que significa que durante muchos años de vida no se preocuparon de esta situación. Por otro, lamentablemente, existe mucho desinterés por este tipo de salud en la mujer, en ocasiones, aunque sientan dolor no buscan atención de manera inmediata y se le resta importancia; también está el factor que, por ejemplo, los síntomas de un infarto son diferentes los de un hombre, esto hace que no se perciban igual.
En México, una tercera parte de la población tiene hipertensión, diabetes, obesidad o dislipidemia, comenta el Dr. Nava. Además, es frecuente que la mujer no se cuide porque se tiene la errónea idea de “a mí nunca me va a pasar nada”. Esto, en conjunto, provoca que haya un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares y hasta morbimortalidad, esto último es la tasa de muerte por alguna enfermedad, en este caso, la cardiovascular.
Para evitar todo esto, lo ideal es llevar una vida sana con la menor cantidad de factores de riesgo; algunos son posibles de evitar, pero en otros no se puede hacer esto. Así que una vez que la mujer llegue a la menopausia, cada año se debe realizar un chequeo cardiovascular de rutina, en el cual, entre otros datos, se busque conocer los niveles de glucosa, hemoglobina glucosilada, colesterol y triglicéridos.
Adicional a esto, también se deberá conocer si se vive con diabetes, hipertensión, el peso corporal y todos los demás factores de riesgo.
Otra buena idea, aun cuando no se perciban factores de riesgo, es realizar una tomografía para identificar si hay o no calcio en las arterias coronarias, en caso de que haya, se podrá dar atención temprana a esto y, en caso de no haber, se podrá dar seguimiento para lograr mantener un óptimo estado de salud.
Con toda esta información, se podrá dar un buen seguimiento a todas aquellas mujeres que estén sanas; mientras que para las mujeres que fueron detectadas con algún problema cardiovascular o con factores de riesgo, se les podrá dar atención específica antes de que se vuelva una situación de peligro.
El Centro Médico ABC cuenta con un equipo multidisciplinario para dar atención a la mujer antes, durante y después de la menopausia; y en caso de contar con alguna situación cardiovascular, se tiene al personal necesario en el Centro Cardiovascular, incluyendo el único departamento de electrofisiología cardíaca en México. Mientras que en el Centro de la Mujer se podrá dar atención a todo lo relacionado con su salud.