
Los malos resultados operativos de Petróleos Mexicanos en los últimos años le han hecho “patear el bote” de su deuda financiera hacia el futuro, pero en consecuencia su perfil de vencimiento de pagos ha empeorado drásticamente para 2026 hasta más del doble del monto de hace un año y medio, revelan sus informes financieros.
Al cierre de marzo de 2025 Pemex tiene programados para el siguiente año pagos por 18 mil 700 millones de dólares, sin contar que aún le quedan compromisos por saldar para este 2025, además de pagos pendientes a proveedores.
En contraste, en septiembre de 2023 el monto a cubrir por vencimientos del próximo año era de 8 mil 700 millones de dólares.
La empresa petrolera más endeudada del mundo, dirigida entonces por Octavio Romero Oropeza, actualmente director del Infonavit, comenzó a refinanciar sus pagos de deuda del cierre de 2023 y 2024, postergando los compromisos para 2026.
Expertos explican que debido a que Pemex no ha logrado generar ganancias operativas durante la última década, lo que se ha gestionado es caer en endeudamiento neto y en un refinanciamiento, proceso que se da en las peores condiciones financieras posibles.
Actualmente, la empresa dirigida por Víctor Rodríguez Padilla enfrenta el pago de deuda financiera en condiciones peores, a lo que se suma un sobreejercicio de recursos sin resultados operativos positivos, una cada vez más reducida plataforma de producción de crudo, proveedores de la empresa más exigentes sobre sus adeudos ya facturados, una renegociación en puerta del contrato colectivo de trabajo del sindicato de trabajadores, así como un peso fortalecido contra el dólar estadounidense, lo que presiona más a sus finanzas.
“El tema es que no se quiere reconocer que la empresa está quebrada. Tiene un saldo de deuda superior a 100 mil millones de dólares, lo que representa entre 5% y 6% del Producto Interno Bruto, y desde 2010-2011 los gobiernos han tratado de heredar el problema. Luego se prometen pagos a proveedores y no hay cómo cumplir”, explicó Manuel Valencia, catedrático del Tec de Monterrey.
“Ahora con el conflicto bélico y al ser importadores de gasolinas, la problemática crece porque el precio de las gasolinas sí va a subir”.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum argumenta que la situación de los adeudos, específicamente con proveedores, está bajo control, y que en julio se “van a empezar a normalizar también todos los pagos”.
“Para que lo sepan todos los pequeños proveedores de Ciudad del Carmen que tienen algunas necesidades de pago a proveedores de Pemex, estoy convencida, tengo la certeza de que, así como el IMSS Bienestar va a funcionar muy bien, igual Pemex. Es una gran empresa con trabajadores de primera, la verdad, y va a estar funcionando con todo lo que requiere”, afirmó la Mandataria este domingo.
La semana pasada, empresas proveedoras subieron el tono de sus reclamos ante los adeudos de la petrolera y las cuentas que no están saldadas, y advirtieron que, si el problema sigue, en julio no van a poder continuar sus actividades.
Lee también La crisis de huachicol sigue vigente, con sus graves consecuencias
“A pesar de nuestras múltiples alertas, esta realidad ya nos alcanzó”, alertó la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac).
Para Gerardo Herrera, catedrático de la Universidad Iberoamericana, las condiciones financieras globales también están en contra de la petrolera, pues como el precio del crudo está aumentando, y Pemex importa 60% de las gasolinas que vende en el país, los precios de los combustibles van a subir.
“Si bien Sheinbaum dijo que está el IEPS para no traspasar el incremento a los consumidores, las finanzas públicas son las que terminan por resentir la reducción de recaudación de impuestos. Este es un gobierno que no tiene dinero y Pemex, si fuera una empresa privada, ya estaría en concurso mercantil. Se debe hacer presión para que haya una reestructuración de Pemex congruente con la realidad”, agregó el especialista.
Además, el repunte de los petroprecios por el conflicto en Medio Oriente no será suficiente para compensar lo perdido por las importaciones, porque la producción sigue en descenso, dijo.
En tanto, el precio de la mezcla mexicana de exportación no está aumentando de forma proporcional a los crudos de referencia, y la producción nacional se está enviando a las refinerías viejas, mientras la nueva aún no puede generar a plenitud.
Del pasado 7 de mayo, cuando tocaron niveles mínimos, hasta este domingo, los precios del barril de la mezcla mexicana y del crudo ligero de Texas aumentaron 29% y 33%, respectivamente.
“Los pagos de deuda que se vienen para Pemex son sumamente importantes. Si se busca refinanciar, se hará bajo un peor escenario que va a provocar que las nuevas colocaciones sean con más intereses. Pemex está en un círculo vicioso por malas decisiones políticas”, lamentó Herrera.