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El superpeso no sólo gana terreno frente al dólar, sino también ante el euro, cuyo precio se ubicó en la jornada del miércoles en 18.25 unidades al mayoreo, su nivel más bajo desde el 4 de diciembre de 2015, cuando se vendió en 18.13 unidades, indican datos de Bloomberg.
Desde el pasado miércoles 16 de agosto, la paridad del peso frente al euro ha reportado una tendencia a la baja debido a las menores presiones sobre la divisa mexicana.
En las últimas seis sesiones, el peso mexicano ha retomado su racha ganadora, recuperándose del golpe a causa de que la calificadora Fitch Ratings recortó la nota de la deuda soberana de Estados Unidos.
El euro al menudeo se vendió en 18.52 pesos en las ventanillas de los bancos, 0.44% u 8 centavos por debajo del cierre del martes, de acuerdo con datos publicados por CitiBanamex.
“El tipo de cambio ha reanudado su tendencia a la baja debido a mejores expectativas económicas para Estados Unidos y México, lo que lleva a especular que las exportaciones mexicanas y las entradas de remesas seguirán creciendo, al mismo tiempo que el Banco de México (Banxico) mantiene una postura monetaria restrictiva para evitar presiones inflacionarias adicionales”, explicó Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico y financiero de Banco Base.
A su vez, la divisa mexicana en los mercados internacionales se ubicó en 16.79 pesos por dólar al mayoreo, lo que significó una apreciación de 0.66% o 11 centavos respecto a la jornada anterior, para ubicarse en su nivel más bajo desde el pasado 28 de julio, cuando se ofreció en 16.67 unidades.
Mejora perspectiva para el peso
La perspectiva para el tipo de cambio tiende a mejorar, de acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta CitiBanamex de Expectativas, donde el consenso de instituciones financieras consultadas estima que la paridad se ubicará en 17.85 unidades para finales de 2023, la menor proyección para un cierre de año registrada desde abril de 2016 en esa encuesta.
Los analistas de UBS son aún más optimistas respecto a la moneda nacional y creen que al final del cuarto trimestre, el tipo de cambio se ubicará en 17.50 unidades, con un eventual regreso a 18.00 unidades para el cierre del segundo trimestre de 2024.
En opinión de los especialistas de UBS, las fuerzas que determinan el comportamiento del peso mexicano han sufrido una transformación considerable.
Mientras que antes sus motores eran los precios del petróleo y los flujos de cartera, ahora las remesas desempeñan un papel esencial como fuente constante de dólares estadounidenses. Los fundamentales de México también parecen cada vez más condicionados por la tendencia a la relocalización (nearshoring).
Sin embargo, advierten los especialistas, queda por ver si la función estabilizadora de las remesas seguiría vigente en caso de una recesión en Estados Unidos. Tampoco está claro hasta qué punto México podrá sacar partido de las oportunidades de relocalización.
Pese a ello, mantienen una opinión optimista sobre los bonos nominales en moneda local en vista de tasas muy restrictivas, valuaciones atractivas y una dinámica positiva en torno al peso mexicano.