Cancún, Quintana Roo.- El sector del autotransporte calificó como acertadas las acciones para reforzar las inspecciones y vigilancia de los vehículos que transportan materiales y residuos peligrosos como el gas LP, pero consideró un riesgo que además de las normatividad federal se sumen cambios locales que solamente provocarán una sobreregulación.
Ante las nuevas disposiciones que anunció el gobierno federal y las medidas que se dieron a conocer para la Ciudad de México, diversos líderes de asociaciones y cámaras de autotransportistas reunidos en la Convención Nacional 2025 de Canacar, realizada en Cancún, Quintana Roo, consideraron conveniente el hacer ajustes para garantizar el cumplimiento de acciones que ayuden a evitar accidentes.
Se tiene que trabajar en diversas áreas, ”en el tema del vehículo porque en la medida que le pongas más medidas de seguridad, se trabajará en el tema preventivo, por ejemplo, frenos ABS, mayor tecnología en seguridad y un año modelo para el movimiento de esas cargas”, dijo el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Transportistas Privados (ANTP), Leonardo Gómez.
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Añadió que otro punto a considerar es que se trabaje con el operador, mayor capacitación y estándares para sacar la licencia tipo E, que es la destinada a materiales peligrosos, pero la empresa tendrá que trabajar con sistemas de telemetría para ver dónde anda el vehículo, cuánto ha manejado el conductor y las condiciones de la unidad”.
Añadió que si bien la velocidad la controla el conductor, la autoridad debe verificarlo, porque “tiene que haber mayor vigilancia, si se dice que una unidad va a mayor velocidad tienes que tener a alguien que lo vigile y lo sancione”, explicó Gómez.
Si bien hay medidas que son necesarias, hay otras que aún hay que discutir, como los horarios y la velocidad que se plantean en la Ciudad de México.
Por ejemplo, dijo, se quiere reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora, pero hay que recordar que la velocidad promedio en la capital del país es de 18 kilómetros por hora, entonces solamente habría que ver en qué vialidades se puede limitar la velocidad de las pipas, porque hay vialidades con mayor velocidad.

"Limitar el reparto en la madrugada significará que muchos consumidores tendrán que salir en la madrugada por el gas", comentó.
Agregó que sí debe haber más control, las empresas deben invertir en más capacitación, así como en revisiones al camión y operadores; mientras que el gobierno debe tener mayor vigilancia.
"No se trata de repartir culpas sino tomar medidas preventivas”, dicen transportistas
A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), Miguel Ángel Martínez, al referirse a la propuesta de acciones que presentó el gobierno de la CDMX, dijo que “lo que nos queda es sentarnos y buscar reglas que nos impacten lo menos”.
En ese sentido, consideró que establecer las normas “no es tan sencillo como ver las cosas en un escritorio, es más complejo que esto”.
“Sí es una situación que después de un hecho lamentable se tomen medidas más que preventivas, como más reactivas, definitivamente se tienen que tomar muchas medidas y no repartir culpas…pero se tienen que tomar medidas preventivas”, dijo por su parte, Enrique González Muñoz, expresidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga.
Por ejemplo, si en la Ciudad de México se restringen horarios a la madrugada, entonces ello requerirá que se tenga mayor seguridad para los autotransportistas.
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Dijo que los transportistas tienen que respetar la velocidad de los vehículos e incluso contar con dispositivos para monitorearla, pero la autoridad también tiene que mejorar las condiciones de la infraestructura vial.
"Más que repartir culpas cada quién tiene que asumir sus responsabilidades", dijo, a lo que añadió que "no se pueden tomar decisiones sobre las rodillas, tienen que pensarse con fines preventivos pero no permitirse que cada entidad imponga sus propias regulaciones".
Agregó que si se reduce el volumen máximo de gas LP o materiales peligrosos que cada unidad puede tener eso significará que se necesitarán más unidades para poder mover los combustibles o productos, porque en el país había hasta hace tres años 15 mil unidades.
Información de Ivette Saldaña, enviada.
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