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A un día de la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, Citibanamex dijo que su discurso en el Congreso tuvo un mensaje de moderación dirigido a los inversionistas, a la vez que retomó la narrativa nacionalista de Andrés Manuel López Obrador.
“El discurso en el Congreso fue cuidadosamente preparado para tocar casi todos los temas en los que era crítico que enviara un mensaje de moderación. Se definió como demócrata y aseguró que su gobierno será respetuoso de la división de poderes, el Estado de derecho y los derechos humanos, que respetará elementos centrales de estabilidad como la autonomía del banco central y la seguridad jurídica de la inversión privada”, dijo la firma financiera.
En el reporte “Claudia Sheinbaum promete continuidad, con ligero matiz”, el área de estudios económicos de Citibanamex resaltó que no se refirió a la importancia del andamiaje institucional del país, ni a la necesidad de reconstruir puentes de comunicación y acuerdo con la oposición y con los grupos económicos y sociales del país que no votaron por Morena.
“Mantuvo ciertas expresiones de antagonismo para quienes han sido críticos de decisiones de AMLO o expresado preocupación por las últimas reformas constitucionales. Hacia afuera, ofreció comunicación y colaboración con otros gobiernos soberanos, no concesiones. Sheinbaum se apropió la misma narrativa nacionalista y antineoliberal, las mismas enemistades simbólicas y el mismo posicionamiento polarizador que caracteriza a AMLO”, dice el documento.
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En el texto, la firma financiera explicó que aún es posible que la presidenta considere estratégico sostener estos mensajes en tanto afirma su autoridad como jefa de Estado y de gobierno, pero llama la atención la fuerza y el protagonismo que decidió darles el discurso de su toma de posesión.
Para Citibanamex, la jornada de toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum transcurrió sin sobresaltos, donde la oposición participó institucional y pacíficamente del protocolo, en contraste con la forma en que Andrés Manuel López Obrador se condujo hace 12 y, particularmente, hace 18 años.
“Pese al marcado sentido de continuidad que ha tenido este proceso de transición entre AMLO y Sheinbaum, sí se advierte que ella es un perfil más moderno y formado que el de su predecesor. Su estilo es menos carismático, más pragmático. Se ha esforzado por mantener la defensa emotiva de su legitimidad a partir de la narrativa de justicia y moralidad que AMLO construyó, pero ella parece dispuesta a admitir cifras para medir la realidad”, resaltó.
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