Madrid.— Los socios comerciales que han logrado acuerdos con la administración del presidente estadounidense Donald Trump y distintas empresas, como Apple o Nvidia, han prometido miles de millones de dólares en inversiones en Estados Unidos para obtener pactos menos lesivos y sortear aranceles que redefinen el orden mundial.
Las inversiones comprometidas por parte de la Unión Europea, Corea del Sur o Japón, socios comerciales de Estados Unidos, superan ya 2 billones de dólares, aunque el horizonte temporal es difuso en cuanto a los plazos de los que disponen los países o bloques.
Ese gasto para contentar a Trump también ha llegado a las empresas, tanto estadounidenses como extranjeras, que buscan librarse de estos gravámenes fabricando en el país norteamericano.
Hace apenas 10 días, Estados Unidos y la Unión Europea firmaron un acuerdo que, más allá de imponer un arancel de 15% a las exportaciones del Viejo Continente, también prevé adquirir gas natural licuado y petróleo estadounidenses por cerca de 800 mil millones de dólares para sustituir el crudo ruso.
El Viejo Continente también comprará chips por 46 mil 600 millones de dólares para desarrollar las gigafactorías de inteligencia artificial (IA) en la Unión Europea, además de invertir “al menos 600 mil millones de dólares en varios sectores de EU de aquí a 2029”.
Corea del Sur ha accedido a acometer inversiones por 350 mil millones de dólares en Estados Unidos y comprar gas natural licuado por valor de 100 mil millones de dólares, para rebajar de 25% a 15% los aranceles a sus exportaciones a EU.
Japón, que también pagará 15% de aranceles para sus exportaciones al país norteamericano, creará un fondo de 550 mil millones de dólares para invertir en ese país.
Fabricantes de chips, automotrices, tecnológicas o farmacéuticas, compañías de sectores amenazados por los aranceles, han negociado con la administración de Trump para lograr exenciones con una respuesta: invertir en Estados Unidos.
Nvidia fue uno de los primeros en prometer una inversión sideral: ya en abril, anunció que fabricaría supercomputadoras de IA en Estados Unidos por primera vez y produciría infraestructura en ese ámbito por valor de 500 mil millones de dólares durante los próximos cuatro años.
Antes, la taiwanesa y líder en la producción de chips TSMC anunció una inversión de 100 mil millones de dólares en Estados Unidos para tres nuevas fábricas, dos instalaciones de empaquetado de chips avanzados y un centro de desarrollo.
También se apuntó Apple, que primero prometió invertir 500 mil millones de dólares en cuatro años, cifra a la que esta semana sumó otros 100 mil millones de dólares.
Todas estas inversiones tienen un denominador común: evitar los gravámenes de Trump. Pero la cascada de inversiones también llega a otros sectores como el automóvil.
General Motors explicó en junio que trasladará de México a Estados Unidos la fabricación de dos modelos y que durante los próximos años invertirá 4 mil millones de dólares en tres plantas estadounidenses para incrementar su producción.