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Sao Paulo, Brasil.— A pesar de las pérdidas que arrastra en su operación en México, el neobanco brasileño Nubank confía en que el negocio será rentable en menos de ocho años, tiempo que tardó en el país sudamericano para alcanzar el punto de equilibrio, estimó el director y fundador de la empresa, David Vélez.
En conferencia de prensa, dijo que espera el mismo comportamiento en su operación en Colombia; sin embargo, la prioridad es el mercado mexicano, donde se encuentra en proceso de obtener su licencia bancaria.
“Estamos cómodos con el perfil financiero. En Brasil fue ocho años el tiempo que necesitamos para generar lucro y hoy vemos que es la institución más rentable de Brasil. Una vez que empieza a generar eso es exponencial. México y Colombia van a venir antes de ocho años, porque mucha de la inversión en tecnología ya había sido hecha para Brasil”, expuso.
Actualmente, Nu opera en México como Sociedad Financiera Popular (Sofipo) y, debido al crecimiento que ha tenido en el país, en octubre pasado presentó ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la solicitud para operar como banco y ampliar su cartera de productos más allá de las cuentas de inversión y tarjetas de crédito y débito con las que opera actualmente en el mercado mexicano.
“Mucho de la inversión hoy es el crecimiento de nuevos clientes. Crecer cuesta mucho. La forma en que hacemos nuestra contabilidad, cada nuevo cliente que traemos provisionamos todas las pérdidas futuras de ese cliente, pero ese cliente también nos está generando venta. Cuando ves nuestras pérdidas de contabilidad, tenemos mucho gasto de previsiones. El costo operacional de nuevos clientes es alto, hay que pagar el Buró de Crédito, crear una nueva tarjeta. Solo a lo largo del tiempo se empieza a ver la generación”, dijo el directivo.
Desde su punto de vista, la solicitud de licencia les permitirá ofrecer otros productos que impiden la figura de Sofipo, además de competir con bancos tradicionales.
“Hace 12 a 18 meses, cuando escuchábamos a los competidores hablando, se quejaban de que no era justo el juego, que los nuevos jugadores lograban crecer sin la regulación de bancos”, señaló.