En el contexto de un mundo donde las políticas comerciales están en constante cambio, la identidad de los países sale a relucir y evoluciona. La orden ejecutiva de Estados Unidos que impone aranceles de 25% sobre los productos importados de México y Canadá ha generado incertidumbre para las exportaciones mexicanas, especialmente en sectores clave como el automotriz y manufacturero.
Ante esta situación, desde presidencia se volvió a presentar el programa “Hecho en México” con miras a fortalecer el mercado interno y a las marcas nacionales; las cuales juegan un papel crucial en la percepción global de un país. México, con su riqueza cultural y económica, ha logrado posicionar a varias de sus marcas como embajadoras del país en el mercado internacional. Este fenómeno, conocido como Marca Embajadora, se ha convertido en una estrategia clave para fortalecer la imagen de México en el mundo y potenciar su competitividad global.
El proyecto Marcas embajadoras de México ha definido cuatro criterios principales que determinan si una marca puede ser considerada como embajadora de su país:
1. Origen mexicano: Marcas fundadas o dirigidas en México, que llevan la esencia del país en sus productos y servicios como la marca de la artista “Frida Kahlo” o “Avocados”.
2. Reconocimiento internacional: Empresas que han obtenido premios, rankings o presencia destacada en mercados extranjeros como es el caso de “CEMEX” y “Tajín”.
3. Reputación e imagen positiva de la marca país: Marcas que inspiran confianza y fortalecen la percepción de México como un país de calidad e innovación como puede ser el caso de la Directora de Orquesta “Alondra de la Parra” ” o el destino turístico “Xcaret”.
4. Aporte al mercado global: Empresas que contribuyen con innovación, desarrollo tecnológico, sustentabilidad y atracción de inversión como puede ser el caso de la empresa de tecnología “Softek”.
Con base al proyecto “The Ambassador Brands Project”, las marcas que logran trascender internacionalmente impactan la percepción del país de origen y generan confianza en la calidad de sus productos y servicios. En este sentido, firmas como Bimbo, Cemex y Kidzania han trascendido como ejemplos de compañías que no solo han logrado éxito comercial, sino que también refuerzan la percepción de México como un país competitivo en el ámbito empresarial.
Sin embargo, para que más marcas mexicanas logren consolidarse como embajadoras, es fundamental que el país refuerce su infraestructura, fomente la innovación y apoye a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en su proceso de internacionalización.
El crecimiento de las Marcas Embajadoras también depende del consumidor. En un contexto donde los consumidores buscan identidad y pertenencia en sus decisiones de compra, el apoyo a marcas nacionales se vuelve clave.
Las Marcas Embajadoras de un país son una pieza clave para fortalecer la percepción de México en el mundo. Empresas que logran consolidarse en mercados internacionales no solo representan un éxito comercial, sino que también proyectan una imagen positiva del país, generando confianza y atracción de inversiones.
El reto ahora es seguir construyendo una estrategia integral que impulse la internacionalización de más empresas mexicanas, fomentando la innovación, la calidad y la diferenciación en mercados altamente competitivos.
En tiempos donde la identidad nacional cobra un papel crucial, se espera que el mismo impulse cada vez más la preferencia por marcas mexicanas en las decisiones de compra, lo que representa una oportunidad para su consolidación global.
*Profesora del área de Comercialización, IPADE Business School.