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Las ventas de mercancías en el extranjero tuvieron el peor tropiezo de los últimos cuatro años, de acuerdo con la información que el Inegi dio a conocer el viernes.
El país exportó productos por un valor de 48 mil 871 millones de dólares durante junio, 5.7% menos que en el mismo mes de 2023 y se trata de la caída más profunda desde agosto de 2020, cuando retrocedieron 7.6% en plena pandemia de Covid-19.
Las exportaciones de petróleo y sus derivados se hundieron 26.8% debido a los menores volúmenes y cotizaciones del crudo nacional, mientras las ventas de productos agropecuarios disminuyeron 3.8%.
La industria automotriz perdió 1.4% y las exportaciones de otros productos manufacturados con la etiqueta Made in Mexico se redujeron 6.8%.
Detrás de estos resultados se encuentra una moderación del precio de la mezcla mexicana de petróleo, una depreciación del peso frente al dólar y la suspensión temporal de exportaciones del aguacate y mango de Michoacán hacia Estados Unidos, expusieron analistas de Banorte.
Importaciones, a la baja
México compró mercancías al extranjero por un valor de 49 mil 908 millones de dólares durante junio, 3.6% menos que en el mismo mes de 2023.
Las importaciones de bienes de uso intermedio no petroleros, utilizados como insumos por la industria manufacturera, reportaron una baja de 2.3%.
Las compras de bienes de capital, relacionadas con la inversión productiva, registraron una caída de 5.6%.
En cambio, las importaciones de mercancías de consumo no petroleras, asociadas al gasto de los hogares mexicanos, lograron un aumento de 4.7%.
Los expertos de Banorte indicaron que los costos de los fletes a nivel mundial se mantienen al alza, pero las condiciones locales y regionales permiten mantener una expectativa positiva sobre el crecimiento de las exportaciones mexicanas.
Desde su punto de vista, el cierre de la primera mitad del año fue favorable en términos de comercio internacional, tomando en cuenta que México se ha consolidado como el principal socio de Estados Unidos, debido a la guerra comercial que este país mantiene contra China, así como el atractivo de México por el nearshoring. “Estos dos catalizadores sugieren que la tendencia apunta hacia un cambio estructural positivo”, añadieron los especialistas.