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El remedio a la pobreza en México no son los programas sociales que apenas atenúan este grave problema, pero no enfrentan sus causas, dijo Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza ( ACFP ).
No pueden esperarse milagros de estos programas. La solución es integral y requiere un plan multianual en el cual se aplique la fórmula “ México sin Pobreza ”: Trabajo digno, con derechos laborales y remuneración suficiente, más un sistema de protección social universal, desvinculado de las prestaciones laborales, iniciando por la cobertura universal en salud, expresó ACFP en un pronunciamiento desde la sociedad civil frente a los nuevos datos de ingresos y carencias y pobreza.
El aumento de la pobreza en México es una mala noticia para el país y sobre todo para 67 millones de personas que carecen de lo más básico para vivir. Lo peor, es que una de cada seis personas pasa hambre, pues 22 millones carecen de ingreso suficiente para la canasta de alimentos. Y peor aún, menos de 30 millones de personas, ni siquiera la cuarta parte de la población supera los umbrales mínimos de bienestar (23%).
En dicho pronunciamiento ACFP establece que el incremento y la magnitud de la pobreza en México tienen una misma raíz: el sistema laboral. Para muchas personas el trabajo se convierte en fábrica de pobreza. Es un escándalo y una contradicción.
Desde hace años, los dos indicadores más altos en la medición de la pobreza han sido: a) población sin ingreso suficiente para adquirir la canasta básica y b) carencia por falta de seguridad social. Ambos indicadores tienen el mismo origen: el mundo del trabajo.
El trabajo digno, con remuneración suficiente y plenos derechos laborales es un derecho humano. Pero en nuestro país, solo 9 millones de personas tienen condiciones mínimas decentes de trabajo. En contraste, hay casi 25 millones de personas en edad y condición para trabajar, que están excluidas. Y más de 35 millones que tienen trabajo, pero en condiciones precarias, sin ingreso suficiente, sin seguridad social, afirmó ACFP .
Estas condiciones de exclusión y trabajo precario determinan las dos carencias que resaltan en las mediciones de la pobreza. La violación del derecho al trabajo digno es la raíz de la pobreza y contribuye a las otras carencias sociales que violan el derecho a la salud, a la seguridad social, a la vivienda digna y otros derechos sociales.
En este sentido los especialistas de ACFP advierten que la fórmula frente a la pobreza tiene dos ingredientes indispensables: (i) Trabajo digno, es decir, con ingreso suficiente y derechos laborales, y (ii) sistema de salud y protección social con cobertura universal, no condicionado, desvinculado de las prestaciones laborales.
En su opinión, urge construir acuerdos plurales y trazar rutas de solución con enfoque de derechos e inclusión, especialmente en este tiempo de pandemia que hemos descubierto la fragilidad de la vida, los grandes desequilibrios de nuestro modelo económico y las graves desigualdades que se han agudizado con la Covid-19.
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ACFP afirma que se une a diversas voces que invitan a construir un acuerdo nacional incluyente frente a la pobreza, sin ánimo de buscar culpas, evitando crear nuevas vías de confrontación política.
vcr/lsm