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Cancún, QR.— El huachicoleo o venta de combustibles ilegales alcanzó este año un volumen similar a la producción que se espera de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, de acuerdo con cálculos propios.
La Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) estimó que el mercado de combustibles creció el último año, al considerar que tenía cerca de 30% del total y ahora llega 33.3%.
Tomando en cuenta este porcentaje, la magnitud del desfalco es similar a la producción futura de Dos Bocas, Tabasco, que tendrá una capacidad de proceso de crudo de 340 mil barriles diarios, lo que equivale a un daño cercano a 485 mil 800 millones de pesos al año, considerando un precio promedio de 24.62 pesos por litro de combustible regular, premium y diesel.
“La delincuencia evoluciona y reconocemos que sí se está combatiendo y que si no fuera así no sabríamos hasta dónde hubiera escalado este problema”, dijo Jorge Mijares Casas, presidente de Onexpo.
En el marco de la Convención y Expo 2024 de la organización, expuso que también han destacado las “importaciones sospechosas”, que puede ser huachicol fiscal o introducción al mercado de insumos para mezclas ilegales que posteriormente se ponen a la venta como si fueran combustibles automotrices.
“La preocupación de las importaciones sospechosas es algo incluso que la autoridad nos ha pedido atender, que cuando veamos una estación lo denunciemos, pero para que ellos vayan y puedan revisar, porque ellos tienen un padrón de estaciones registradas que son las que revisan regularmente, pero las otras que no están registradas pues no las revisa nadie porque no están registradas”, anotó en conferencia.
La Onexpo detecta que la venta ilegal proviene de diferentes formas. Una es el robo a través de tomas clandestinas. Otra, mediante el huachicol fiscal, que es la importación de combustibles mediante una fracción arancelaria diferente que evita el pago de impuestos reales al gobierno, y también con la realización de mezclas de insumos importados.
Todas estas modalidades afectan a los consumidores en los precios, ya que este daño al mercado se transfiere a los clientes finales.
Específicamente en el caso de la modalidad de estas importaciones sospechosas, los modos de transporte son variados. Ante esto, el gobierno ha reforzado sus esquemas de seguridad en las aduanas del norte.
El ejecutivo explicó que cuando las Fuerzas Armadas tomaron más aduanas se dejó de ver al personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Hoy ya regresaron los del SAT, que son los que conocen el tema fiscal y de importaciones. Duramos mucho tiempo sin ese personal, que es el calificado para eso, y ahora está en las aduanas no solamente el Ejército, sino complementado”, añadió.