Basta de mentiras perversas sobre la escasez de vivienda en el país, en general, y en la CDMX, en particular.
De acuerdo con los datos más recientes de Softec, empresa especializada en la consultoría e investigación inmobiliaria en nuestro país, en la Ciudad de México existe un total de 2 millones 710 mil 375 viviendas. De esa cifra, 662 mil 916 son inmuebles rentados y únicamente 20,104 son viviendas en alquiler bajo el esquema de rentas de corto plazo como Airbnb.
El mayor número de viviendas en renta de corto plazo -7,620 y 1,788- se ubican en las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, respectivamente.
El problema de escasez de vivienda en la capital no está siendo causado por la gentrificación, más bien es la falta de políticas públicas que apoyen la construcción de vivienda en la CDMX en todos los niveles socioeconómicos y, sobre todo, de vivienda básica. Esto se tiene que señalar.
En la CDMX cada año se requieren, al menos, 60 mil nuevas viviendas para cubrir las necesidades de personas y familias en todos los niveles socioeconómicos. No obstante, las autoridades locales no autorizan ni 10 mil al año y se construye un número menor desde hace varios años.
La razón por la que el valor de la vivienda en la CDMX se ha incrementado de manera tan alta en términos de compra y renta no es por la llegada de extranjeros, ni por efecto de las plataformas de renta de corto plazo: es porque las políticas públicas de las últimas administraciones de la CDMX han sido ineptas, corruptas y no han tenido el valor para desarrollar la infraestructura que le urge a esta ciudad.
Las personas que han impedido que se desarrolle de forma apropiada la vivienda en nuestra ciudad tienen nombre y apellido; ellos son los responsables.
No podemos perpetuar la cortina de humo de la gentrificación y hacer pensar a la gente algo que no es, pues hacerlo es irresponsable y no soluciona el verdadero problema.
La gentrificación en nuestra ciudad no existe porque el concepto implica el proceso de renovación de un área geográfica que tenía niveles socioeconómicos paupérrimos y, a través de la construcción de nueva vivienda y servicios, el área se aprecia en el tiempo desplazando a los habitantes de menores ingresos.
Las alcaldías más céntricas de la CDMX, las más ‘sexis’ o atractivas para vivir tanto en el pasado como ahora, han sido zonas habitadas por clases medias altas y altas. ¿Había excepciones? Sin duda, pero solo eran eso.
Los nómadas digitales, los extranjeros y las plataformas para renta de vivienda de corto plazo no explican la raíz del enorme reto de la CDMX: tiene que haber vivienda básica, media, residencial y residencial plus construida en forma vertical, con alta densidad en toda la capital y con mayor énfasis en las alcaldías céntricas.
Esto no ha sucedido y los números no mienten, la escasez de vivienda, está presente en absolutamente todas las alcaldías y sus efectos son claros: mayores precios tanto en compra, como en renta.
En toda la CDMX se estima que hay una demanda no satisfecha de más de 400 mil viviendas. Ese es el problema.
Todas las ciudades del mundo son organismos vivos que deben ser nutridos de manera balanceada para su desarrollo adecuado y un elemento vital de ellas es la vivienda. Por desgracia, son las propias autoridades capitalinas las que han frenado la construcción. Claudia Sheinbaum lo hizo cuando fue jefa de gobierno; la administración de Clara Brugada es otro claro ejemplo de la falta de políticas públicas adecuadas y de la incertidumbre jurídica que impera en el país.
Los inversionistas no piden nada del gobierno que no sea razonable, solo buscan certidumbre jurídica, que se actualice el uso de suelo intraurbano y que se pongan en marcha programas de vivienda que permitan el incremento en la densidad de los terrenos.
En ese sentido, un grupo de personas especialistas desarrollamos un programa que permite construir un número importante de viviendas con ahorros de, al menos, 23% en el precio. Para implementarlo se necesita voluntad política y certidumbre jurídica aplicadas a todos los proyectos, en particular, a aquellos de vivienda básica, media baja y media.
Es un tema de voluntad política dar luz verde a las obras de infraestructura que se necesitan. El dinero está ahí para que los empresarios inviertan; si queremos que bajen los precios de las viviendas y el valor de las rentas en la CDMX, se tiene que construir la vivienda que se necesita. De esa manera, ese organismo vivo podrá seguir desarrollándose.
No es la gentrificación, no son los extranjeros, no son las personas con mayores ingresos el problema fondo; es que no hay vivienda suficiente en la capital por falta de visión de la autoridad, eso es todo. La solución es relativamente simple porque la necesidad es real y el interés de invertir con certidumbre jurídica existe.
*Fundador y director general de Tu Hipoteca Fácil, y cofundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad
X: @FernandoSotoHay