La desaceleración de la economía juega a favor de la , con lo cual al Banco de México () se le facilitará seguir aplicando más recortes de 50 puntos a la tasa de interés, dijeron analistas.

Sin embargo, aún existen riesgos en los precios de los servicios que, si bien presentan un descenso, algunos que habían permanecido sin cambios comenzarán a subir.

La inflación de los servicios sigue siendo un riesgo, alertaron expertos en entrevistas con EL UNIVERSAL. Además, se suma otro problema relacionado con la volatilidad de los mercados por los amagos arancelarios del presidente estadounidense Donald Trump, de forma que Banxico tendría que calibrar el efecto de la depreciación cambiaria, consideraron.

La semana pasada, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo en su conferencia matutina que es bueno para la economía que Banxico haya bajado la tasa.

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Desaceleración económica
Desaceleración económica

Contexto complicado

“Lo que vamos a ver hacia delante es un contexto complicado en materia de política monetaria”, dijo el subdirector de análisis de la casa de bolsa Vector, Luis Adrián Muñiz.

Se espera una disminución en el dinamismo de la economía que va a respaldar más recortes contundentes en la tasa de referencia, es decir, de 50 puntos.

“La caída del PIB desde el cuarto trimestre de 2024 aceleró la baja en la tasa y cambió un poco la reacción del banco central”, ponderó.

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Por eso el analista consideró que se va a acelerar más la flexibilización monetaria, tal como los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico lo ponderaron.

Desde su punto vista, el problema será el efecto de la depreciación del peso en función del trayecto que tomen los aranceles que podría imponer Estados Unidos.

Eso generará volatilidad en los mercados financieros, como en el cambiario, y Banxico tendría que calcular el efecto de la depreciación de la moneda nacional sobre el crecimiento económico.

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“Tendrá que ser muy fino en el análisis para saber en qué momento es prudente bajar 50 puntos o 25 puntos la tasa”, expresó.

La directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, coincidió en que la desaceleración económica favorece el descenso de la inflación.

Explicó que eso hace que los precios al consumidor no suban tanto y, en consecuencia, Banxico puede reducir más el costo del dinero.

“La desaceleración del PIB es un reflejo de lo que pasa al interior de la economía: hay menores ventas y, así, las empresas no suben precios o a veces los recortan”, expuso.

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Mauricio Giordano, country manager de la gestora mundial de activos Natixis IM México, explicó que las tasas altas no ayudan a la economía. Sin embargo, recordó que es importante considerar que es la tendencia en el plano global y Banxico se está adelantando.

Aunque la última decisión de política monetaria no fue unánime, dijo que a veces disentir es válido.

“Lo importante es hacia dónde van; tienen que ser cuidadosos para no desemparejarnos mucho [con EU] porque luego hay efectos en el tipo de cambio. En general la trayectoria es la correcta”, dijo.

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Los riesgos

Siller mencionó que uno de los riesgos que apareció en el horizonte está en el tipo de cambio por las amenazas de Trump, así como una retaliación de México también con aranceles. “Eso generaría presiones inflacionarias”, alertó.

También que haya disrupciones en cadenas de suministro o se intensifiquen las tensiones geopolíticas con la guerra en Ucrania, elevando el precio a las materias primas.

Muñiz añadió que los precios de los servicios son un riesgo porque siguen aumentando a un ritmo elevado, mayor que lo que se veía antes de la pandemia. Pero su tendencia es a la baja, reconoció.

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“Una buena noticia es que la inflación anual en este segmento se desaceleró en las últimas quincenas, colocándose por debajo de 5%”, enfatizó.

Por eso, confió en que, en ausencia de choques adicionales, este componente de la inflación seguirá descendiendo a niveles en donde Banxico se sienta más cómodo.

Observó que uno de los elementos que podría respaldar el menor ritmo en los precios de los servicios es justamente la desaceleración de la economía.

Muñiz destacó que la inflación de los servicios es una métrica relevante porque es un indicador de presiones inflacionarias internas.

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Estableció que, dado que la perspectiva es de desaceleración, incluso mayor a lo que se pensaba antes, la probabilidad de que el riesgo en los servicios se disipe tomó fuerza.

“Si la economía crece menos, baja el dinamismo de algunos componentes de la demanda, como el consumo y la inversión”, indicó.

Además, dijo que considerando un proceso de consolidación fiscal como el actual para reducir el déficit público, tal como lo prometió la Secretaría de Hacienda, el consumo del gobierno también podría reducirse.

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