
A cinco años de su entrada en vigor, a ningún país socio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) le conviene terminar con ese acuerdo y optar por pactos bilaterales, aseguró el exsubsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Juan Carlos Baker Pineda.
“No nos conviene un acuerdo bilateral. Es una mala idea, por razones técnicas”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL quien estuvo encargado de las negociaciones del T-MEC por parte del gobierno mexicano durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
A partir de enero de este año, al inicio del segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se echó a andar una nueva política arancelaria aplicable para todos los países, incluyendo a México y Canadá.
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Además, en septiembre próximo iniciará la revisión del T-MEC por parte de los tres países que lo integran, un año antes de lo previsto en el texto del acuerdo que entró en vigor hace cinco años, durante el primer mandato de Trump.
Ante la proximidad de las negociaciones, Baker Pineda aseguró que las reglas de origen vigentes están diseñadas para incorporar insumos de los tres países en productos de exportación, por lo que no es conveniente sacar a algún socio.
“No quiere decir que no pueda haber otras áreas en la relación donde se tenga una dinámica bilateral”, agregó, aunque en la parte comercial deben mantenerse los tres países.
Baker Pineda encabezó la renegociación del otrora Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En su opinión, los temas del tráfico de fentanilo, migración y seguridad no deben ser parte del T-MEC, sino que deben atenderse “por los canales diplomáticos que siempre se han arreglado”.
“Hay que meternos al proceso de revisión del T-MEC con actitud de negociación, con el “objetivo de mantener el libre comercio. Cualquier idea o sugerencia que contemple que va a haber aranceles o cuotas para México, o que se nos van a aplicar medidas de seguridad nacional, México tiene que rechazarla”.
Agregó que México debe ser muy explícito en que Estados Unidos no actúa acorde a los compromisos del T-MEC y debe pugnar porque se respete el convenio.
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Tanto el tratado vigente, como cualquier ajuste futuro, no pueden ser vulnerados, agregó. “Podemos ejercer recursos legales, represalias y usar todos los derechos que México tiene ante incumplimientos”, dijo.
Baker Pineda dijo que los socios del T-MEC deben definir cuál será la política respecto a la relación con China, y México debería estar dispuesto a actuar al respecto a cambio “de mayor integración, de que nos quiten los aranceles y de que seamos excluidos de la política arancelaria que se relaciona con el concepto de seguridad nacional”.
Sobre la imposición de represalias a Estados Unidos por el incumplimiento del T-MEC, dijo que debe analizarse a profundidad, “porque hay costos políticos”. El gobierno mexicano debe definir “qué está dispuesto a conversar y dónde no va a hacer concesiones. Eso nos debe preocupar ahora”.
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“México no puede controlar lo que vaya a pedir Estados Unidos” durante las negociaciones, aclaró. Sin embargo, no se deben aceptar cuotas ni una renegociación completa y absoluta del T-MEC, aunque sí algunos temas que no se incluyeron en la discusión original, como el acceso a minerales críticos, manejo de la frontera e inteligencia artificial, señaló.