Los cambios culturales avanzan en favor de las mujeres, con casos destacados en el gabinete federal como , titular de la Secretaría de Energía (), quien afirmó que todavía hay desafíos en el camino a posiciones de liderazgo.

“Para reducir las brechas de género hay que enfrentar dos grandes retos, el primero es que, pese al avance logrado, es necesario un cambio profundo en la cultura, la educación y las normas que rigen nuestra sociedad”, dijo a .

“Hay que hacer una revolución de conciencias para eliminar de tajo todos los estereotipos de género que han limitado nuestras oportunidades y provocan la percepción errónea de que ciertas habilidades o cargos son ‘más adecuados’ para mujeres, y otros cargos o responsabilidades son propios de los hombres, y que nos han relegado a roles menos remunerados o posiciones de menor responsabilidad”, apuntó.

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Para la segunda titular de la Sener en la historia, este cambio debe ser transversal e involucrar a todos los sectores: familias, empresas, escuelas y gobiernos, pues no se trata sólo de una lucha de las mujeres, ya que es una transformación que beneficiará a toda la sociedad.

Desde su punto de vista, otro reto son las condiciones para la autonomía y un piso parejo entre géneros.

“Para garantizar igualdad real, las mujeres deben poder ejercer autonomía sobre sus decisiones, su tiempo y recursos. La corresponsabilidad en el trabajo de cuidados es clave, por eso, si queremos una sociedad más justa, debemos establecer un modelo económico en el que el cuidado sea reconocido como derecho y el trabajo doméstico tenga valor.

“Este no es un reto solo para el gobierno, sino una agenda que debe permear en todas las esferas de la vida nacional. La igualdad no sólo es deseable, sino que es un imperativo para construir un México más justo, próspero e incluyente. En este tiempo de transformación si las mujeres están en el centro de las decisiones es garantía de un mejor futuro para todas y todos”, señaló.

La principal responsable de la política energética en México ha sido una de las mujeres más exigidas en los primeros meses del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, al cristalizar los ajustes en dos sectores prioritarios para la vida pública y económica del país.

El primero es el sector de los hidrocarburos, en el que las soluciones apremian en Pemex, y el segundo es el sector eléctrico, en el que hay retos ante el aumento de demanda de usuarios, el rezago histórico de inversiones y la transición energética a fuentes renovables.

Previo a este puesto, González Escobar fue titular de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México, cargo que ocupó en 2018 y en el que se desempeñó hasta junio de 2024, para ser catapultada a una de las dependencias más relevantes de la administración.

Su ubicación al frente de Sener y el hecho de que Sheinbaum Pardo sea la primera Presidenta del país en su historia, son resultados de incontables luchas, señaló.

“Es la historia en la que las mujeres siempre hemos estado presentes, pero que hemos sido invisibilizadas. Hoy, ese protagonismo ya no se cuestiona. No somos espectadoras; damos voz y reconocimiento a quienes han sido silenciadas. Con nuestra primera Presidenta, llegamos todas. La vida pública del país y la forma de gobernar se están transformando; las mujeres ocupamos espacios clave, gobernaturas, legislaturas y un gabinete paritario.

“Participamos en sectores estratégicos que antes estaban reservados para los hombres, como el energético, donde contamos con la primera directora general de la CFE y una Secretaría de Gobernación encabezada por una mujer. Se han impulsado cambios trascendentales, como la elevación del Instituto Nacional de las Mujeres a rango de Secretaría de Estado. Este avance es parte de una construcción colectiva: una república de y para las mujeres”, anotó.

Otras acciones que destaca la secretaria de Energía son la pensión para adultas mayores, que reconoce años de trabajos doméstico y de cuidados no remunerado.

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Específicamente, en el sector energético explicó que se desarrolla el Programa Parhankua de cocinas ecológicas y acciones más para asegurar la electrificación y el acceso al agua en varias comunidades.

“Sabemos que cuando no hay agua ni electricidad en las casas, las mujeres asumen una mayor carga para conseguir esos recursos.

“El desafío es claro: asegurar que estos avances no sean una excepción, sino la norma. Queremos un México donde la participación de las mujeres en todos los ámbitos sea un hecho natural, en la vida pública y en la privada, en la economía y en la política, en la ciencia y en la tecnología”, sentenció.

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