La movilidad en México representa uno de los mayores desafíos ambientales y de salud pública. La alta población y la dependencia del transporte motorizado, tanto privado como de carga, ha generado una significativa acumulación de gases de efecto invernadero (GEI), lo que ha incrementado la mala calidad del aire, las afectaciones a la salud de la población y el cambio climático.
Con información de Climate Watch, en 2022 en México se emitieron alrededor de 637 millones de toneladas de emisiones de carbono equivalentes (MtCO2e). Las fuentes móviles emiten GEI, principalmente, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), entre otros contaminantes. Del total de las emisiones de GEI, en México estos gases representan en su conjunto 97%. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), alrededor de 25% del total de emisiones de GEI en México son derivados del transporte, por lo que es un sector que afecta directamente la calidad del aire e impacta la salud de la población.
La Guía de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una concentración de PM2.5 de 10 microgramos por metro cúbico de aire (μg/m³) como el límite inferior del rango de concentraciones en el que se han observado efectos adversos para la salud. De acuerdo con el Banco Mundial, en México, 99.7% de la población se encuentra expuesta a niveles superiores a lo recomendable: 86.6% de la población en niveles superiores a 15 μg/m³ y 19% de la población superiores a 25 μg/m³. En este sentido, realizar acciones para minimizar las concentraciones de PM2.5 en el aire es necesario para poder controlar los niveles de contaminación del aire, ya que tienen afectaciones en la salud y, en algunos casos, en la movilidad de ciertas entidades, principalmente las que cuentan con mayor población, como la Ciudad de México y el Estado de México.
En 2022, México presentó la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) del Acuerdo de París. Con respecto a la mitigación del cambio climático, México cuenta con una meta de reducción de 18% en el sector transporte. En 2013, el sector transporte registró 174 MtCO2e y se estimó que se incrementarán a 250 MtCO2e para 2050 si no hay una intervención de política de mitigación. Considerando su meta de mitigación, se esperaría que para 2050 las emisiones causadas por dicho sector sean 205 MtCO2e.
Para lograr lo anterior, es necesario que tanto el sector público como el privado realicen cambios significativos para transitar a un medio de transporte con menor impacto ambiental. Por un lado, México, a través de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, cuenta con estrategias de transformación en el transporte público, el cual tiene el mayor impacto social en ciudades altamente pobladas. Esta estrategia se realiza a través de la creación de normas y regulaciones, investigación, incentivos, comunicación y alianzas.
Actualmente, México cuenta con diversos transportes no contaminantes como los siguientes: Ecobici, el tren ligero (Línea 1), la red de trolebuses, que cuenta con alrededor de 425 vehículos impulsados por electricidad; el Cablebus, que cuenta con 377 cabinas; el Metrobus, con alrededor de 734 autobuses, así como patrullas y taxis híbridos y eléctricos, que acumulan más de 600 vehículos. Dentro de sus metas, se encuentran que 50% de las ventas de los vehículos ligeros sean unidades de cero emisiones, es decir, vehículos eléctricos e híbridos enchufables y que ésta se incremente en 2040 a 100% de ventas para vehículos ligero y pesados.
Asimismo, la Semarnat, a través de su iniciativa voluntaria Programa de Transporte Limpio (PTL), promueve medidas para que el sector privado se adhiera al PTL y transite hacia un transporte más eficiente y limpio. El PTL ofrece capacitaciones y medidas que ayudan a las empresas a tener un ahorro de combustible, cambiar vehículos a híbridos o eléctricos, mejoras en logística, entre otras recomendaciones. Actualmente, hay 851 empresas adheridas, con lo que se han evitado hasta el 2024 3.2m tCO2. Lo anterior ayuda a que el sector privado tenga menor impacto ambiental y ayuda a la eficiencia, lo que se traduce en ahorros financieros. Dentro de las empresas destacadas en 2024 se encuentran Bimbo (con vehículos híbridos), Palacio de Hierro (reparto urbano), Autotransportes el Bisonte (carga general), Grupo Lala (vehículos eléctricos), entre otros.
Por otro lado, considerando los vehículos registrados en circulación en el país, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2023 se registraron 58.2 millones (m) de vehículos a nivel nacional. Lo anterior representa un incremento de 59% con respecto a la cifra de 2013 (36.7m de vehículos). Esto considera automóviles, camiones, camionetas para pasajeros, camiones de carga y motocicletas. Alrededor de 65.4% son vehículos de motor registrados en circulación como automóviles, 20.4% son camiones y camionetas para carga, 13.4% motocicletas y 0.8% camiones para pasajeros.
El Inegi registró que la venta de vehículos híbridos y eléctricos en México fue de 124 mil 310, mostrando un incremento de 67.3% con respecto a 2023 (74 mil 318 vehículos). Lo anterior representa la consciencia de la población para transitar a vehículos bajos en emisiones de GEI. Considerando que año con año se ha mostrado un incremento en la venta de dichos vehículos se esperaría continuar con esta tendencia. Sin embargo, es importante considerar que la carga de electricidad de estos vehículos provenga de fuentes de energía limpia para que el impacto sea menor. El contar con este tipo de vehículos ofrece distintos beneficios como la exención de tenencia y verificación, circulación sin restricciones, descuentos en peaje y, en algunos casos, beneficios fiscales.
Sin duda el transporte limpio es un reto importante en México para combatir el impacto ambiental. Tomar conciencia tanto a nivel personal como empresarial para transitar al transporte limpio es de suma importancia para lograr una mejor calidad del aire. Por lo tanto, hay que tomar en cuenta utilizar los medios de transporte de menor impacto. A nivel personal se pueden tomar medidas como caminar, utilizar bicicletas, utilizar transporte público sostenible, realizar trabajo remoto y/o utilizar vehículos sostenibles. Asimismo, al realizar una compra de un vehículo no sostenible, es importante realizarlo de forma inteligente, considerando evitar la compra de vehículos con motores de seis u ocho cilindros y optar por vehículos con rendimiento de combustible en ciudad de al menos 16km por litro. Por otro lado, es importante que las empresas consideren analizar su impacto ambiental de transporte, analizar la eficiencia de su flotilla y optar por comenzar a realizar cambios de esta a híbridos o eléctricos, principalmente las empresas que cuentan con vehículos de carga.
Directora de Sustentabilidad en HR Ratings