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Con la factura electrónica los contribuyentes pueden demostrar sus operaciones, ya que en ellas se describe el bien o servicio adquirido, la fecha de transacción, el costo y los impuestos correspondientes.
En pocas palabras es un documento que sirve como respaldo fiscal ante las autoridades para efectos de comprobación.
De acuerdo con el Código Fiscal de la Federación (CFF) debe emitirse en el momento en que se realiza la transacción y no tiene que ser condicionada a la presentación de la Cédula de Identificación Fiscal o a la Constancia de Situación Fiscal del solicitante.
Las primeras facturas electrónicas se emitieron en 2005 bajo el nombre de Comprobante Fiscal Digital (CFD) en su versión 1.0 y al mismo tiempo surgió la modalidad de facturación a través de terceros.
Más adelante, en 2010 quedaron eliminadas totalmente las facturas en papel para dar paso al Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), mismo año en que se crearon los Proveedores Autorizados de Certificación (PAC).
Así fue avanzando la facturación electrónica en sus distintas versiones.
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Facturas electrónicas emitidas en 2023
De manera gradual, se ha implementado la adopción en su versión 4.0, que comenzó a ser obligatoria desde el 1 de abril de 2023.
Para los recibos de nómina, el 30 de junio de 2023 fue la última fecha para la emisión en la versión 3.3, destacó el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Hoy, la única vigente es la 4.0, por lo cual desde el cuarto trimestre de 2023 el 100% de la factura se timbra en esa última versión.
Según información del SAT, de enero a diciembre de 2023 se emitieron más de 10 mil 323 millones de facturas electrónicas, es decir, un promedio de 327 facturas por segundo.
Con ello, se incorporaron al esquema 758 mil 369 nuevos contribuyentes, lo que equivale a un 6.3% del total de los emisores.
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