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Las remesas que reciben los centroamericanos en tránsito por territorio mexicano, rumbo a Estados Unidos, están registrando aumentos importantes, de acuerdo con el director de Remesas de Grupo Elektra, Eduardo Levy.
Además, hay un crecimiento en transferencias que esas personas hacen a sus países de origen cuando su estancia se prolonga en México.
“Ha sido un factor que ha contribuido, sobre todo en 2023, al crecimiento de las remesas por la mayor migración de países centroamericanos, del Caribe y sudamericanos que pasan por el Darién de Panamá y entran por la frontera sur de México”, afirmó en entrevista.
Durante ese tránsito, reciben remesas de sus familiares que los esperan en Estados Unidos y, si no logran cruzar la frontera, se establecen en México, explicó. Así, un centroamericano está recibiendo entre 200 y 250 dólares, un monto menor al promedio que envían los mexicanos a sus familias cada mes.
Sin embargo, han empezado a trabajar en territorio mexicano, lo que ha hecho que se incrementen las transferencias desde aquí a sus países de origen, como Guatemala, Haití y Honduras. Esos envíos al exterior se realizan por montos similares a lo que reciben.
Levy explicó que en sus operaciones empezaron a notar un aumento de personas que reciben dinero.
Por esa razón, para diferenciar a la remesa tradicional, la tipificaron como “remesa humanitaria o migrante”, lo que los llevó a hacer algunas modificaciones. Fue necesario flexibilizar los requisitos y límites para el pago de la transferencia en México, porque no todos cuentan con documentos como pasaporte o alguna otra identificación oficial.
Comentó que, a diferencia de otras remesadoras, no se les está negando el servicio, y por ello se estableció un esquema especial para esas remesas humanitarias.
Agregó que se está aceptando otro tipo de identificación, de acuerdo al país de origen, y se abrió una ventanilla en las sucursales para atención a esos migrantes.
Se les da acceso a un bot como canal que atiende a clientes, pero en francés criollo para el caso de los haitianos, con el fin de derribar las barreras del idioma. Además, la mayoría tiene teléfono celular, y eso ha ayudado a agilizar las remesas.
Levy dijo que se ha identificado una centena de rutas por las cuales van los migrantes en tránsito por el interior del país, con la meta de cruzar la frontera norte y establecerse en Estados Unidos.
“Se han vuelto clientes de las sucursales en su paso por nuestro país en las que tenemos 100 sucursales en las que pueden cobrar sus remesas”, mencionó.
Para eso, se han apoyado de la analítica de datos, controles y prevención de actividades ilícitas, para una desagregación y monitoreo de dónde cobran, cuánto y cómo.
Lo anterior permite conocer la frecuencia, los lugares, sus nombres y país de origen, así como también si antes recibían y ahora ellos envían dinero.
Se detectó que muchas de esas personas, después de haber pasado por Chiapas, Oaxaca y Puebla, se quedan en la región central de México, donde creen que hay muchas posibilidades de encontrar empleo y después seguir su camino hacia Tijuana.