El tráfico ilegal de hidrocarburos en el país debe combatirse por todos los frentes, porque, además de los operativos, las acciones no deben ser aisladas, sino parte de una estrategia que incluya medidas regulatorias y fiscales, indicó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Además, Coparmex planteó modificar el punto de recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en combustibles para que dejen de pagarlo los consumidores y se traslade al punto de importación, al punto de venta final.
De hacerse así, se “permitiría inhibir el contrabando técnico, desalentando la importación fraudulenta de hidrocarburos bajo fracciones arancelarias distintas a las correspondientes”.
Explicó que “el tráfico de hidrocarburos no solo afecta los ingresos fiscales del país, sino que también distorsiona la competencia, daña el comercio formal y representa un riesgo para la seguridad y el medio ambiente”.
Deben fortalecerse acciones como la incautación de 8 millones de litros de hidrocarburos almacenados de manera ilegal en Ensenada, Baja California, así como la retención, en Altamira, Tamaulipas, de un buque de 10 millones de litros de diésel.
En ese sentido, consideró que “es fundamental que estas acciones no sean aisladas, sino parte de un esfuerzo continuo y coordinado”.
Porque “la venta de combustibles de origen ilícito, sin los controles adecuados de calidad y seguridad, expone a los consumidores a peligros inaceptables y genera una competencia desleal que perjudica a quienes operan conforme a la ley”.