Punta Cana.- Al expresar su solidaridad con el pueblo de Haití, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, recordó que se tienen 160 millones de dólares para apoyar al país que ahora está pasando por una situación difícil de violencia, y valorará si es suficiente.
“Lo primero es la solidaridad en un momento difícil”, manifestó en un encuentro con periodistas.
Mencionó que el BID ha estado trabajando con Haití desde hace mucho, pero el año pasado se aprobaron 160 millones de dólares que se pueden usar ahora.
“Es para causas humanitarias, alimento, salud, distribución de recursos y educación para compensar a las familias que envíen a sus hijos a la escuela”, refirió.
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Informó que sería a través de las organizaciones civiles y de la ONU, pero lo importante es que ya cuentan con programas para Haití.
Sin embargo, reconoció que dada la crítica situación, la respuesta debe ser en conjunto con otras instituciones y agencias de desarrollo.
“El BID va a ser una parte de un conjunto. No llegamos ayer, llevamos muchos años. Vamos a ver si lo que estamos haciendo es suficiente para la nueva realidad”, ponderó.
Dio a conocer que en el marco de la reunión anual de la Asamblea del BID que se lleva a cabo en República Dominicana, fue de trabajo, pero el apoyo para Haití fue mucho antes de la emergencia.
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Mecanismo alternativo
Por su parte, la gerente del laboratorio de innovación emprendedora del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo, BID Lab, Irene Arias, coincidió en que para tener el impacto que todos queremos de mejorar la situación en Haití, se tiene que hacer en conjunto.
Mencionó que ayer tuvieron un encuentro con líderes de organizaciones innovadoras y empresariales sin ánimo de lucro.
“Hemos lanzado una facilidad de pago por resultados, es un mecanismo que tuvo mucho éxito en Colombia como forma de disminuir la presión fiscal del gobierno de atender las necesidades sociales y al mismo tiempo atender en la provisión de los servicios”, abundó.
Lo anterior, explicó, a través de un mercado de entidades innovadoras que pueden hacerlo de forma eficiente.
Quien paga inicialmente son los tenedores de estos bonos de impacto social o pago por resultados, y después el sector público, una vez se logren las metas de impacto profundo como la retención del empleo, detalló.
“Estamos trabajando en eso para dar una respuesta alternativa, distinta a la tradicional, y este encuentro con los que pudieran estar, nos da mucha esperanza”, matizó.
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