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La ferroviaria Canadian Pacific, abrió un nuevo puente ferroviario entre México y Estados Unidos en la era de Donald Trump como presidente de la Unión Americana, la cual se está caracterizando por el proteccionismo, la persecución de migrantes, el cierre de fronteras, la imposición de aranceles y la anulación de tratados comerciales.
Se trata de un segundo puente ferroviario internacional que conecta a Nuevo Laredo Tamaulipas, con Laredo, Texas, el ferrocarril mexicano de carga, que a decir de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), se demuestra una vez más el compromiso de México y el crecimiento del comercio exterior en la región comercial más dinámica del mundo, Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá).
El puente Ferroviario Internacional, dedicado a Patrick J. Ottensmeyer, se suma a los siete cruces fronterizos ferroviarios que conectan al servicio ferroviario sin costuras con Estados Unidos.
El ferrocarril de carga es el único medio de transporte terrestre que cruza sin demoras la línea fronteriza con Estados Unidos, gracias a la unificación de parámetros operativos y de seguridad con Norteamérica, de acuerdo con la agrupación empresarial.
Este nuevo puente amplia la capacidad operativa ferroviaria en esta frontera en donde actualmente cruzan en promedio 28 trenes diarios.
La inversión del puente representó 100 millones de dólares y se suma al monto invertido por las empresas Ferroviarias a lo largo de más de dos décadas de servicio para hacer del sector un referente internacional en términos de servicio y de unificación de parámetros con el servicio de carga ferroviaria más grande del mundo.
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Durante el evento de inauguración en la que participaron el Secretario de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva, el Titular de la Agencia Reguladora Ferroviaria, Andres Lajous, autoridades fronterizas, estatales y municipales y que estuvo encabezada por Keith Creel, presidente y director ejecutivo de CPKC, quedó de manifiesto que la apuesta del ferrocarril por hacer de México un polo de desarrollo y una pieza fundamental en las cadenas de valor regional.
“Este puente es un símbolo de que, en México, el sector ferroviario está a favor de los puentes y no de los muros, además de que es un símbolo económico de crecimiento y desarrollo”, dijo Francisco Fabila, presidente de la AMF.
Hoy los concesionarios ferroviarios mexicanos tienen servicios directos que conectan a México con los principales centros de consumo de Estados Unidos y de Canadá.
Diariamente y a lo largo de las siete fronteras terrestres en los estados de Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas cruzan en promedio 61 trenes al día, lo que representa casi medio millón de toneladas de carga al día.
En la agenda ferroviaria de ampliación de infraestructura fronteriza, también está la reapertura de un nuevo cruce fronterizo en Ojinaga, Chihuahua con Texas, así como el trabajo conjunto con las autoridades para simplificar trámites y homologar procesos que hagan aún más eficientes los cruces de trenes por las fronteras.
La apuesta de desarrollo de infraestructura ferroviaria como palanca de desarrollo, también está de manifiesto con la conexión que ofrece el ferrobuque, que conecta al Istmo de Tehuantepec con la Costa Este de Estados Unidos, proporcionando una herramienta de servicio para el mercado del sur y centro de México, concluyó la AMF.
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