Esta insólita descripción se debe a la última visita que hice al centro de la ciudad y que me llevó a recordar mi pasado de inquilino del ombligo urbano

Los niños (...) son personas y no creo que merezcan ser tratados como metáforas del futuro. Ellos también poseen un presente, como los viejos o los mayores

Ser rico en un país pobre es una cochinada, un delito, un cinismo que deja muy por abajo el asesinato, según yo. Tener algún amigo millonario es una especie de pausa en mi caso.