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Una de las noticias más impactantes de hace un par de meses fue, sin duda, recibir una llamada para anunciar que próximamente podría manejar un Lamborghini Temerario. El primer Lamborghini al que podría ponerle las manos encima y que, además, seríamos el único medio de Latinoamérica en hacerlo. De entre el enorme repertorio de autos que pasan por Autopistas y que muchos de ellos tienen una cifra de potencia exuberante, poco se compara con uno de esos toros italianos que, por lo que su nombre indica, sería difícil de domar.
No hay plazo que no llegue ni fecha que no se cumpla y tras unos días de lo más intensos, entre viajes y cuadrar cosas en la oficina, finalmente llegó el momento de subirse a ese avión con destino a San Francisco para, luego de un par de horas, llegar a Nappa para conocer a los colegas de EU y Canadá así como a los responsables de Lamborghini en Norteamérica. Podría pensarse que por ser una marca de alto nivel todo sería digno de etiqueta, pero todo lo contrario: el ambiente resultó amigable y con esa esencia propia de la firma que es relajada pero planeada, por lo que nos vamos adentrando a su manera de pensar.
El día cero
Pasada la cena y convivencia, tocó madrugar para desayunar y ser trasladados al Sonoma Raceway, pista donde también se corren seriales de Nascar, todo a bordo de Urus SE, que es el SUV en versión híbrida enchufable de Lambo. Una vez instalados, la explicación sobre la marca y el Temerario tuvo lugar con varios datos interesantes. Uno de ellos es la cantidad de autos vendidos en el transcurso de los primeros nueve meses de este año, con 8,140 unidades a nivel global, según comentó Federico Foschini, Chief Marketing and Sales Officer.

Por otro lado, Paolo Rachetti, Product Line Director, explicó lo que es un HPEV. Si bien, en otras marcas existen los PHEV, HEV o EV, en este caso las siglas son diferentes porque quieren decir High Performance Electrified Vehicle, cosa que ya empieza a revelar el camino que tomará el Temerario en la pista poco tiempo después.
Aunque se trate del modelo de acceso, el Temerario no deja de tener más de 900 caballos de fuerza, que son muchísimos para prácticamente cualquier estándar. Mentiría si dijera que no sentí algo de temor al subirme a este auto, pues el piso mojado y lluvia constante desde que amaneció hacían que imaginara lo peor. Pero bueno, en general soy de ideas fatalistas aunque se trate de un problema menor. Pese a ello, la emoción era mayor y tras ajustar el asiento y dar una vuelta en la primera parte de la prueba, en un circuito pequeño para poder derrapar, comencé a notar que este toro está bastante domado en el modo de manejo Recharge. Una vuelta más y la confianza se volvió mayor al grado de sentir que el eje trasero comenzó a patinar pero de manera controlada.
La lluvia no cesó durante unas horas más y, pese a ello, se tuvo la autorización de salir a pista con el respectivo cuidado de seguir las indicaciones de los pilotos instructores. Para el circuito completo, que es de algo más de cuatro kilómetros de largo, un Temerario amarillo fue mi acompañante.
Aquí es donde emoción, alegría y un poco de nerviosismo coinciden pero al arrancar y escuchar el sonido del V8 biturbo detrás de la cabina todo comienza a sentirse diferente. La nota del escape y el subir de las revoluciones invitan a acelerar pues, recordando lo que Paolo Rachetti explicaba, este auto es capaz de llegar a las 10 mil RPM mientras que la parte eléctrica es la responsable de generar un boost desde cero y cuando se demanda mayor poder incluso a altas velocidades.

La primera vuelta es de reconocimiento, más que nada por el hecho de que habían varios riachuelos que atravesaban la pista y podrían comprometer la tracción. Primera subida con vuelta a la derecha, seguida de otra derecha para encontrar una curva a la izquierda de bajada que parece sencilla pero tiene su truco ya que hay que estar atentos a cuando termina. Entre frenadas y aceleraciones, la recuperación de potencia es prácticamente imperceptible mientras que las sensaciones son de absoluta precisión al girar, frenar, hacer los cambios y aumentar la velocidad.
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Torneado por el aire
El responsable del aspecto de los Lamborghini actuales es Mitja Borkert, pero además de su creatividad, Paolo Rachetti platicaba que la aerodinámica fue el principal factor al momento de diseñar el Temerario. Al preguntarle más al respecto, comentó que es algo natural en este tipo de autos dado que se busca el mayor “downforce” posible además de que a velocidades superiores a los 200 km/h sea tan estable como a 60 km/h. Al ver el auto de cerca, hay tomas de aire en la fascia que salen por los faros y se dirigen hacia los espejos para luego ser canalizadas a las entradas traseras que enfrían el motor y los frenos además de llegar a un alerón. El Temerario tiene 103% más carga aerodinámica trasera que el Huracán. Si se voltea a ver la versión Allegerita, que es más ligera por el uso de fibra de carbono, la eficiencia aerodinámica incrementa en un 62% respecto al Temerario regular además de ser hasta 29 kg más ligero, y por consiguiente, más rápido en aceleraciones y el paso por curvas.
Entrando en cifras precisas, el Temerario genera 907 caballos de fuerza al combinar el V8 biturbo de 4.0 litros con la parte eléctrica y es capaz de alcanzar 346 km/h, con un 0 a 100 km/h en 2.7 segundos. Esto representa un avance importante en la gama de Lamborghini porque, como se mencionaba anteriormente, es el tercer HPEV de la firma de Sant’Agata Bolognese y porque está acercando también a nuevos compradores, más jóvenes.

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De la pista al supermercado
Dicen que los autos son para usarse y no para tenerlos guardados, aunque hay coches de colección que incrementan su valor con el paso de los años aunque el odómetro se mantenga prácticamente igual. En el caso de Lamborghini, esto no necesariamente es así pues son para disfrutarse. Rachetti hace mención de que uno de cada tres propietarios de un Lambo lo usa como su vehículo del día a día. “¿Cuántos kilómetros puede recorrer un conductor de la marca al año?”, le pregunté. “Hemos visto autos que tras un año de manejarlo acumulan unos 80 mil kilómetros, que no es poca cosa en un súper auto”. Esto me pone a pensar en que esas personas seguramente viven la dolce vita manejando de Italia a la costa francesa, a Portugal, a un viñedo para festejar su cumpleaños, a hacer y celebrar la vida. Por ello, en la parte teórica del día, un punto importante comentado fue de que al Temerario le caben un par de maletas de mano en la cajuela frontal y algo más detrás de los asientos.
La vida no siempre se recorre en las pistas y la parte eléctrica del Temerario le permite recorrer alrededor de ocho kilómetros sin gastar una gota de gasolina. Recordemos que es un híbrido enchufable pero no es, en lo absoluto, ese auto que busca ser más eléctrico que un Lamborghini. Esta parte puede estar destinada a pasar por centros de ciudades donde las normas prohíben ruido y emisiones, como en Londres, o para trayectos muy cortos, como aquellos para ir a tomar un espresso con los amigos en la cafetería local.
Esto se puede gestionar desde una perilla en el volante, ya que todo se controla desde ahí, la cual permite cambiar entre modos Recharge, Hybrid, Corsa o el puramente eléctrico. Claro que esto cambia el carácter del auto, volviéndolo más o menos temerario pues los motores se avivan y los controles electrónicos que previenen pérdidas de adherencia pueden ser menos intrusivos. Incluso es posible modificarlos de manera tal que se ajuste la facilidad para derrapar, aunque claro que se requiere de manos hábiles para ello.

Ya en América
Si bien, el Lamborghini Temerario ya se producía desde 2024, ahora está disponible a la venta para la región de Norteamérica, con un costo en torno a los $382,654 dólares sin contar extras o personalización, cosas que pueden añadirse al gusto del cliente entre tipos de pintura, detalles en colores que resaltan, rines, tipos de llanta (entre Runflat o de pista, todas de la marca Bridgestone diseñadas para este modelo), materiales para el interior además de un largo etcétera.

El regreso a casa me dejó pensando sobre el futuro de los autos de alto desempeño. Pese a las normas de emisiones en Europa, crecimiento de autos eléctricos y un cambio de mentalidad del consumidor, todavía hay bastante vida en los motores de combustión, de esos que invitan a revolucionarlos. Dicen que recordar es volver a vivir, y eso es lo que ocurrió al escribir este texto, las cuales hacen que una sonrisa se forme en mi rostro, en parte por haber estado tras el volante de un Lamborghini, pero también por ser una palmada en el hombro que la vida te da, y esa alegría no sucede a diario.
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