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Desde que tengo uso de memoria, la música está presente en mi vida. No hay día que no la escuche. ¿Estoy feliz? Música. ¿Triste? Música. ¿Necesito inspiración? Música.
Podrían llamarme un “romántico” pero, para mí, la música es más que solo un conjunto de notas que se reproducen de cierta forma para dar un resultado. La música es eso que te genera sentimientos únicos. Te transporta a los mejores, o peores, momentos de tu vida. Te recuerda a esos seres que tanto amas, a aquellos que ya no están. En su defecto, te lleva a ese mundo de fantasía que solo existe en tu mente.
Y, si bien en Autopistas nos dedicamos a hablar de coches, la música es parte importante de los mismos. Los autos y la música han ido de la mano por décadas. Desde Janis Joplin escribiendo sobre un Mercedes-Benz hasta colaboraciones especiales entre artistas y marcas o genialidades de la mercadotecnia como el “Pink Cadillac” de Elvis, los motores y las notas musicales son uno mismo.
No lo vamos a negar, es normal subirnos al auto, poner música y cantar como si fuéramos los vocalistas de la mejor banda del mundo.
En ese sentido, nos sentamos a pensar cuál es el mejor sistema de audio en un auto para hacernos sentir como que estamos en un concierto privado de nuestro artista favorito.
Luego de investigar por algunas semanas, definimos a nuestros tres finalistas: Cadillac Escalade, BMW XM y Jeep Grand Wagoneer. La idea era encontrar aquel producto que te hiciera sentir como en una sala de conciertos con ruedas y, luego de una buena investigación, lo encontramos.
En estas líneas te contamos cómo es que logramos definir al ganador del mejor sistema de audio en un auto en México, los métodos de prueba y la opinión de un equipo de seis personas completamente diferentes involucradas en este experimento.
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Paso a paso
Una vez definida la misión, era momento de actuar. Queríamos dejar a un lado la subjetividad humana para declarar al ganador, pero no queríamos que todo fueran solamente números y gráficas proporcionadas por las marcas.
Para ello, nos reunimos en Mission Control, casa productora y tienda en línea especializada en audio de alta definición. Ahí, nos prestaron a dos de sus mejores ingenieros de audio para hacer las pruebas: Leonardo Bravo y Julio Aguilar.
La forma de probar los sistemas de audio de cada camioneta sería relativamente sencilla: Julio y Leo colocarían un micrófono en el habitáculo, justo en la posición del copiloto, y éste lo conectarían a un monitor que desplegaría las curvas de los sonidos que capta. A su vez, se reproduciría algo llamado “ruido rosa”, que es una serie de sonidos aleatorios que tratan de abarcar todo el espectro de sonido para desplegarlo en una curva gráfica.
Estas curvas miden todos los rangos que el oído humano puede escuchar. Desde notas bajas hasta los agudos altos; mientras más de este rango auditivo abarque la camioneta, mejor. Pero no solo eso, sino que deben de estar en los niveles adecuados para que, a 85 decibeles, no se tenga ninguna distorsión en la calidad auditiva.
Sin embargo, no queríamos que todo fuera dictado por solamente una computadora, pues… ¿dónde queda el toque humano? Para ello, trajimos a Felipe Hernández, bajista del grupo de rock Fantho, quien puede derivar en un cliente objetivo.
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Jeep Grand Wagoneer
Llega el momento de poner a prueba la primera camioneta. Colocamos los micrófonos y los dos ingenieros comienzan con la reproducción del ruido rosa. Las 23 bocinas repartidas en el habitáculo crean un estruendo enorme. El sistema de sonido que Jeep emplea en este modelo está firmado por Macintosh, empresa especializada en componentes de alta calidad en el mundo del audio.
En la pantalla, podemos ver un par de medidores que, en tiempo real, nos dicen cuántos decibeles se están reproduciendo por los parlantes
“Está muy maquillado", comenta Leo durante la prueba. Con esto se refiere a que, si bien el sonido cumple con la mayoría del espectro en la curva, se nota que Macintosh está logrando esto al subir los niveles por arriba del promedio, lo que sacrifica un poco la calidad en la zona media.
“Se escucha bien, y si te fijas en la gráfica se abarcan todos los puntos que el oído humano percibe, pero se siente un poco subido de tono, especialmente en la región media, que es donde se concentran las voces de una canción,” comenta Julio durante la prueba.
Llega el momento de subir todos a Grand Wagoneer para dar nuestra opinión más mundana. La idea es reproducir la misma canción en todos los contendientes y, en este caso, escogimos Radar Love, de Golden Earring, como herramienta.
Conocida como la canción de “Bart recorre el mundo” en Los Simpson, ésta cumple con todo lo necesario para probar un sistema de audio. Bajos profundos, guitarras que cubren la región alta del espectro e instrumentos de viento que dan cuerpo a la región media de la curva.
En los primeros segundos de la canción, notamos que el sistema de sonido de Grand Wagoneer separa correctamente los instrumentos.
La voz, como lo mostró la gráfica, se siente con una ligera pérdida de nitidez, pero nada fuera de lo común y, en términos generales, es un sistema de sonido muy por arriba del promedio, que sin duda ofrece una experiencia única.
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BMW XM
Llega el turno de hacer las mismas pruebas a XM, el BMW más potente que hay en la actualidad. No estamos aquí para hablar de caballos de fuerza, pero es un dato que vale la pena resaltar. BMW de México configuró a esta XM con el mejor sistema de sonido que tienen disponible.
Firmado por Bowers & Wilkins y con “apenas” 20 bocinas, podría sonar en desventaja ante competidores que tienen 23 y 36 parlantes. Sin embargo, BMW sabe que no siempre más significa mejor, y decidieron darle un tratamiento especial al sonido de XM, algo casi artesanal.
Lo primero fue contratar a ingenieros de Abbey Road, el estudio de grabación de Londres que ha tenido en sus cabinas a artistas como The Beatles, Pink Floyd o Artha Franklin.
Ellos desarrollaron la variante Bowers & Wilkins Diamond Surround, un software especializado en hacer de la cabina de XM una sala de conciertos por la forma en la que mandan el sonido en diferentes frentes. “Me llama la atención el techo, es como una cabina de grabación con material aislante", comenta Julio. Ante esta observación, no pude dejar de observarlo y, efectivamente, estaba recubierto con un material que, de cierto modo, hace que el sonido rebote por todo el habitáculo de manera uniforme. Comenzamos con las pruebas de ruido rosa y, lo primero que me llama la atención, es que el sonido está mucho más controlado que en la Jeep.
“Si te fijas, esta curva tiene menos intensidad, pero se nota más orgánica. Yo diría que, para solo tener 20 bocinas, el trabajo que hicieron para que todo esté más balanceado es sobresaliente", comenta Leo. Repetimos la prueba con Radar Love y, lo que nos llama la atención, es que parece que el sonido sale de todos lados al mismo tiempo. No hay una variación por canales, como en Wagoneer, donde escuchábamos un instrumento en cada lado, sino que aquí todo se escucha parejo, pero sin perder potencia o nitidez.
Asumimos que esto es para que, sin importar el lugar donde estés sentado en el coche, escuches todos los instrumentos. Se podría interpretar como unos audífonos gigantes, de muy buena calidad.
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Cadillac Escalade
La camioneta que originó esta idea. Recuerdo que, hace algunos años, cuando recién se presentó Escalade en México, tuve la oportunidad de ir a las oficinas de General Motors a recogerla para tenerla una semana y conocerla a detalle.
Antes de comenzar con el recorrido, enlacé mi teléfono al sistema de infoentrenimiento y, como siempre, puse una canción. Recuerdo que fue Zoo Station, de U2, y no podía creer lo que estaba escuchando. Jamás en mi vida había escuchado un sistema de audio tan potente y nítido como el de Escalade, tanto así que la piel se me erizó.
Con 36 bocinas y un sistema de sonido firmado por AKG (mismo que usaba Frank Sinatra en sus conciertos) Escalade llegó a la comparativa como la reina a vencer. No es una tarea fácil, pero con métricas y ayuda de los expertos podíamos saber si en verdad vale la pena tanta emoción o solamente era una mala interpretación mía.
La prueba del ruido rosa arrojó lo que ya pensábamos: una curva casi perfecta. “Mira, los bajos son más intensos y los agudos están bien contenidos. La región media no está maquillada y se nota una progresión conforme recorres el espectro", comenta Julio durante la prueba.
Sientes el piso de Escalade retumbar con los bajos, y notas cómo cada bocina está haciendo su trabajo. Tanto así que los parlantes colocados en las cabeceras parecen no emanar ruido, pero, si pones atención, apenas notas un susurro leve de ruido rosa que, según los ingenieros, está ahí para darle al subconsciente una sensación de cuerpo.
Cuando hicimos la prueba con Radar Love, no quedaron dudas. La forma en la que separa cada instrumento y le da un canal de salida para que se escuche en diferentes frentes es simplemente brutal. “Siento como si el pandero estuvieran sacudiéndolo en mi oído,” dice Felipe Hernández. Algo que llamó mi atención es que, desde el lugar del conductor, las voces suenan como si estuvieran a la espalda, esto por las bocinas de la cabecera.
Tanto como por apreciación musical como por métricas y software, la ganadora sin lugar a dudas fue la Cadillac Escalade. Sí, tuvo mucho que ver el hecho de contar con 36 bocinas, pero también es el excelente trabajo y calibración que AKG hizo en este coche para que todo suene como debería de sonar en una sala de conciertos.
Tanto Grand Wagoneer como BMW XM son dos propuestas también muy atractivas para los melómanos empedernidos que tienen gusto por los autos. La primera de ellas podrá ser un deleite para quienes les gusta subir el volumen sin perder calidad, y la segunda es una opción para los que quieran tener en su auto un sistema de sonido similar al usado en uno de los mejores y más exclusivos estudios de grabación del mundo.
Volvemos a los primeros párrafos de esta nota. La música es más que solo notas: son sentimientos. Y si estos sentimientos los puedes juntar con la pasión de conducir (y en este caso con el lujo y el alto desempeño) creemos que no hay muchas mejores combinaciones en el mundo.
Al final del día, la música y los autos tienen una larga historia que, seguramente, seguirá escribiéndose por el resto de los siglos. ¿Llegaremos a más desarrollos en cuanto a sonido en los vehículos? Seguro sí. Tan solo basta con tener en mente que la Escalade IQ (eléctrica) tendrá 40 bocinas, o Volvo EX30, eliminando todos los parlantes para dar una barra de sonido al frente tipo concierto.
Que sigan los kilómetros de melodías. Hoy y siempre, la música estará presente.
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