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El periodista Carlos Loret de Mola analiza si procederá legalmente contra quien resulte responsable por el espionaje ilegal del que fue objeto junto con otras 14 personas, entre ellas, activistas y defensores de derechos humanos.
“Parecería que frente a los crímenes de periodistas hablar de espionaje es poca cosa, pero me parece que el espionaje es la puerta de entrada para que se cometan atrocidades peores, que si uno permite impunidad en el espionaje, entonces ¿qué sigue? Sigue censurar, despedir. La verdad es que hay que detener el espionaje, por eso me he sumado a este asunto”, afirmó el colaborador de EL UNIVERSAL, en entrevista telefónica.
“Estoy en coordinación con la Red de Defensa de los Derechos Digitales y con Artículo 19, evaluando qué es lo que más conviene, digamos que todavía no lo tenemos definido, pero por supuesto que me reservo el derecho de hacerlo”, detalló.
Ayer, periodistas, activistas y defensores de derechos humanos presentaron una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), por intervención ilegal de comunicaciones privadas, que acarrea una pena de entre seis y 12 años de prisión, y por acceso ilícito a sistemas.
Estas acciones se realizaron a través del malware Pegasus, comercializado por la empresa israelí NSO Group, se informó durante la presentación del estudio “#GobiernoEspía: vigilancia sistemática a periodistas y defensores de derechos humanos en México”.
Durante la presentación del informe, Carlos Loret de Mola, a través de un videomensaje, explicó que inicialmente declinó la invitación porque en comparación con los asesinatos a periodistas, pensó que el tema del espionaje parecía menor.
“No lo es, ni siquiera en un contexto tan violento. Por el espionaje se abre la puerta para que lleguen más lejos, la intimidación, la censura, los despidos. La impunidad que favorece que nada de esto se investigue. Es claro que quieren que sepamos que nos están espiando, quieren hacernos sentir vulnerables, quieren que sepamos que saben de nuestros hijos, hijas, vidas privadas y laborales. Todo va a lo mismo, intimidación y censura”, dijo Loret de Mola.