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Washington.— El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, anunció ayer que buscará la presidencia de ese órgano legislativo, luego de la renuncia de John Boehner.
McCarthy, de 50 años y quien representa a un distrito de California donde tres de cada 10 electores son hispanos, se opone a una “amnistía migratoria” y a que los indocumentados reciban beneficios sociales, aunque en el pasado ha respaldado una ruta a la legalización.
“No deberíamos proveer ninguna amnistía que beneficie a quienes desafiaron nuestras leyes y entraron a Estados Unidos ilegalmente”, sostiene en su página de internet.
McCarthy, quien es ampliamente visto como el más probable sucesor de Boehner, apoya el uso de “barreras físicas y electrónicas” en la frontera para reducir el ingreso de inmigrantes. “Deberíamos asegurarnos que los inmigrantes ilegales no reciban ninguno de los beneficios reservados para los ciudadanos estadounidenses”, afirma.
Su récord legislativo muestra que se opuso a la ley para legalizar a los hijos de inmigrantes indocumentados, que llegaron como menores a Estados Unidos, y apoyó eliminar el financiamiento para las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama en migración.
En 2012, Obama aprobó el programa de Acción Diferida (DAPA), que ha beneficiado a 700 mil jóvenes indocumentados.
Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), llamó a McCarthy a “representar la riqueza de la diversidad de nuestro estado (California)”.
“Habíamos esperado que Boehner fuera capaz de acotar el odio y los prejuicios en su partido, pero fue incapaz de hacerlo, convirtiéndose en el obstáculo más significativo para la reforma migratoria en años”, lamentó Salas. Boehner no logró persuadir a la mayoría de los miembros de su bancada republicana para apoyar una reforma migratoria.