Más Información

Honestidad es vivir con coherencia entre lo que se piensa y se hace, asegura Sheinbaum; "no es solo decir la verdad", afirma

Nueva Suprema Corte revela sueldos de ministros entrantes; Lenia Batres, la que menos salario percibe

EU incauta 13 mil barriles de químicos para drogas que iban de China a México; serían para el Cártel de Sinaloa

Döring denuncia ante FGR a Andy López Beltrán y 7 morenistas más; acusa delitos de huachicol fiscal y crimen organizado
metropoli@eluniversal.com.mx
En el registro de visitantes del fraccionamiento donde vivía el catedrático de la UNAM, Vidal Zavala Rosas, quien fue asesinado y enterrado en su casa, quedó asentada la entrada de dos hombres que acudieron a buscarlo un día antes por la tarde.
Uno de ellos se registró en la bitácora como “Víctor” y el otro “Carlos”. El primero sería quien la esposa del catedrático señaló como uno de los dos hombres que mataron a su esposo.
Sin embargo, en ese mismo registro quedó asentado que ambos ingresaron a las 14:17 horas y salieron a las 14:46 horas. Situación que no coincide con el testimonio de la esposa de la víctima, acerca de que permanecieron en su vivienda por varias horas.
Debido a esto, las autoridades no han podido hacer la reconstrucción de lo que ocurrió dentro de la casa ubicada en Xochimilco.
A su vez, los agentes de la Procuraduría capitalina ya cuentan con una fotografía del sospechoso y han solicitado a la UNAM información sobre su posible registro como estudiante de esa casa de estudios. También obtuvieron imágenes de la cámara de un domicilio aledaño al de la víctima, con las que esperan corroborar la hora en que los presuntos homicidas ingresaron y salieron del sitio.
De acuerdon la ampliación de declaración de la esposa, ésta explicó que “Víctor”, a quien también apodaban El Milton, fue recibido por su esposo en la sala junto con sus acompañantes. Relató que el tono inicial fue cordial e incluso Vidal Zavala le pidió a su pareja que los dejara solos, pues iban a atender negocios. Subió a su recámara. pero al escuchar que alzaban la voz regresó a la sala y fue a la cocina. A los pocos segundos, dijo, Víctor se acercó a ella y le colocó una pistola en la espalda diciéndole que no gritara, que todo iba a estar bien. Después, según su dicho, la llevó a su recámara, donde la ató de pies y manos. LA UNAM dijo que colabora con autoridades.