Chilpancingo.— Una hora después de la toma de protesta de Héctor Astudillo Flores como gobernador electo de la entidad, jóvenes cubiertos del rostro lanzaron piedras y petardos contra el Congreso local, donde se llevó a cabo el acto protocolario, y se enfrentaron con policías estatales antimotines.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos. Hubo artefactos explosivos de ambos lados.
Luego de algunos minutos, los jóvenes se subieron en autobuses de línea y se retiraron del recinto; los antimotines se quedaron a resguardar el Congreso.
La gresca ocurrió casi a las 13:00 horas, luego del mitin que padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, respaldados por estudiantes y organizaciones sociales, realizaron después de marchar para exigir la presentación con vida de los jóvenes, y al gobierno que entra asumir el compromiso de esclarecer los hechos.
En dos contingentes, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) partió para exigir la abrogación de la reforma educativa, además de respaldar el movimiento por la presentación con vida de los desaparecidos de Ayotzinapa.
Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia, explicó que la marcha fue para honrar la memoria de los jóvenes asesinados hace 13 meses en Iguala, además de exigir la presentación con vida de los jóvenes, “pero también decirle al nuevo gobernador [Héctor Astudillo Flores] que de acuerdo a su disposición de ayudarlos habrá acercamientos”.
Explicó que sólo si el movimiento ve voluntad del gobierno para llegar al fondo de los hechos de septiembre de 2014, sin importarle quién caiga, habrá la posibilidad de diálogo.
“Nosotros nunca hemos estado cerrados al diálogo. Si este gobierno respalda a la comisión de expertos en desaparición forzada, no tenemos por qué no dialogar”, dijo.
