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Norah Jones regresa a sus raíces con Day breaks, un disco con sabor a jazz y base de piano que se acerca a su exitoso álbum debut Come away with me más que cualquiera de sus siguientes producciones.
Jones le da a su casa disquera unos 25 millones de motivos para estar emocionados. Ese es el impresionante número de copias que vendió su álbum de 2002, un bálsamo musical para momentos difíciles que además le mereció un puñado de Grammy.
Ahora con 37 años, y madre dos hijos, Jones refleja sus estudios de jazz con más arreglos, una banda estelar de músicos y retoma el piano.
Puede que haya mejores pianistas, mejores cantantes, pero cuando Jones combina ambas artes crea un sonido indeleble. “Es más yo que cuando estoy sólo cantando”, dijo Jones en una entrevista reciente.
Su camino a Day Breaks comenzó con un concierto en 2014 en Washington para celebrar el 75 aniversario de Blue Note, el sello que la representa. Cantó “I’ve got to see you again”, de su primer álbum con una banda formidable con Wayne Shorter en el saxofón, Brian Blade en la batería y John Patitucci en el bajo.
A pocos días de su lanzamiento, la semana pasada, Day Breaks alcanzó la cima de ventas en iTunes.