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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Para cristalizar el anhelo de bordar la octava estrella en su escudo y hacer añicos la ‘maldición del líder’, los Pumas tendrán que domar a su genuina ‘Bestia Negra’ dentro de las fases finales.
Gran parte de la rivalidad que tienen con el América se ha labrado en Liguillas, donde las Águilas presumen amplio dominio sobre uno de sus rivales más enconados.
La que disputarán a partir del jueves será la novena serie de ‘Fiesta Grande’ entre ambos, octava a eliminación directa, ya que compartieron grupo en la de la temporada 1979-80. El balance favorece al equipo actualmente dirigido por Ignacio Ambriz (6-1).
El único triunfo de los universitarios llegó en la final del ciclo 1990-91, aunque dieron la vuelta olímpica por mayor número de goles como visitantes. Tras los 180 minutos, el marcador global finalizó igualado (3-3).
Inolvidable alegría para un pueblo que detesta a ese club que suele someterlo en los juegos sin mañana. Los auriazules sólo le han ganado tres de 17 encuentros de Liguilla a los azulcrema (cinco empates y nueve derrotas), además de que sólo en la ida de esa final 1990-91 pudieron hacerle más de una anotación (sucumbieron 2-3).
En cuanto a antecedentes en semifinales, sólo se han enfrentado durante el Verano 2002. Al igual que ahora, la serie se cerró en Ciudad Universitaria, pero el América se llevó el pase a la final con marcador agregado de 2-1.
Dominio norteño. Los Tigres también presumen hegemonía sobre su contrincante en la ronda de los cuatro. Será la cuarta vez que choquen con el Toluca, al que siempre han dejado en el camino. El único detalle es que nunca han cerrado en el estadio Nemesio Díez.
