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Durante cuatro años, el periodista Enrique Bocanegra siguió los pasos de Kim Philby, quien renunció a su vida para volverse un agente de la Unión Soviética. Sin embargo, y aunque se convirtió en el mejor agente doble de todos los tiempos, no pudo cumplir con una misión: matar al dictador español Francisco Franco.
Bocanegra ha revisado todos los documentos que puedan revelar información la estadía del espía en España, informó El País. Producto de esta indagación fue el ensayo Un espía en la trinchera. Kim Philby en la Guerra Civil española, que recibió el premio Comillas de historia y biografía organizado por Tusquets.
"Sabemos que a principios de marzo de 1937, el controlador de Philby en Londres recibió la orden de enviar a alguien a España para espiar en el bando nacional, sobre todo la actividad de los militares alemanes e italianos; pero también debía matar a Franco", dijo el escritor.
Kim Philby también fue un periodista reconocido en su tiempo y estuvo en España como enviado de unos de los diarios más influyentes del mundo, The Times, y además fue premiado por Franco. "¿Se quemaron (los documentos) en los años sesenta cuando se descubrió que Philby trabajaba para los soviéticos", se pregunta el historiador sobre la poca información que tienen los archivos españoles.
El agente llegó a España en febrero de 1937. Tuvo diferentes golpes de suerte, siendo el último de ellos sobrevivir a un accidente automovilístico. Sus colegas con los que viajaba fallecieron, pero Philby se volvió un héroe.
El libro de Bocanegra realiza, con la ayuda de los biógrafos Patrick Seale y Philip Knightley, un retrato del espionaje soviético en los años 30.
nrv