Más Información
UNAM abre nueva etapa con China; se reúnen el rector y el ministro de Educación para profundizar relación universitaria
Claudia Sheinbaum presenta declaración patrimonial; reporta un departamento de 2.7 millones de pesos y un Aveo 2013
Hay una realidad al respecto de las cifras oficiales de homicidio en el país. Lamentablemente, el debate público no hace mucho caso de esta realidad. Se usan las cifras como más conviene, a veces anímicamente, otras veces políticamente. Pero se hace muy poca justicia a la realidad. Contra eso sólo se puede utilizar el conocimiento y un poco de aritmética.
El debate público que se ha presentado recientemente al respecto de si ha aumentado o reducido la violencia homicida en México tiene un fundamento cuestionable. Porque la cuestión de si ha aumentado o ha disminuido requiere una comparación entre objetos propiamente comparables. Y el problema aquí es que el debate se ha fundamentado en la comparación de números totales de víctimas de homicidio. Esto es cuestionable porque la comparación apropiada se debe realizar sobre tasas calculadas sobre la población total. Es obvio que población de un país nunca es estática. Es una variable. Al igual que el número de víctimas de homicidio. Por lo mismo, la comparación se debe realizar considerando el movimiento de las dos variables; homicidios y población. Dicho más sencillo: la comparación debe realizarse utilizando tasas. Y en el caso de este debate a 4 meses de iniciado el gobierno, no deja más remedio que realizarse sobre tasas mensuales.
Si esto es lo que se desea hacer, una forma sencilla, casi obvia, es utilizando las proyecciones anuales de población de Conapo, distribuyendo estos cambios poblacionales anuales de manera uniforme para cada mes. Esto supone que el crecimiento de la población es uniforme cada mes, lo cual es discutible. Pero si hay una mejor manera de realizar estimaciones mensuales de población, adelante, que se proponga y que se haga. Pero que no se deje de utilizar tasas de homicidios por población (anuales o de periodos cualesquiera) para realizar comparaciones justas y fundamentar el debate.
Sobre lo anterior, si procedemos a utilizar las tasas mensuales de homicidios (Fuente: SESNSP) por cada cien mil habitantes (Fuente: Conapo, con cambios constantes cada mes) nos encontramos con que, en comparación con los 4 meses previos al cambio de gobierno, las cifras de violencia homicida ni aumentaron ni disminuyeron durante los primeros 4 meses del sexenio actual. Así como se lee. La violencia homicida ni aumentó ni disminuyó. La realidad de las cifras oficiales es que los promedios de las tasas mensuales son casi idénticas durante estos 2 periodos. Así que ningún lado del debate tiene razón. Ni el gobierno ni la oposición. Pero, si se desea comparar el cuatrimestre del año anterior frente al cuatrimestre del sexenio que inicia (diciembre 2017 a marzo 2018 vs. diciembre 2018 a marzo 2019), nos encontramos con que efectivamente la violencia homicida si ha aumentado, en promedio, durante este cuatrimestre frente al del año previo.
Algo importante que se debe comentar es que hay al menos una diferencia importante entre los últimos 4 meses del sexenio anterior y los primeros 4 meses del presente. Que durante los últimos 4 meses del sexenio anterior, la tasa mensual de homicidios iba a la baja, mientras que desde que inició este sexenio, la variabilidad se ha reducido, es decir, que las tasas se han vuelto menos cambiantes de mes a mes. El gráfico de la serie mensual desde enero de 2015 y los datos correspondientes que se presentan en este artículo se pueden ver aquí: www.geocrimen.com
Si bien no se puede decir ni que la violencia homicida ha aumentado ni que ha disminuido en promedio durante estos meses del nuevo gobierno, sí se puede observar que algo ha cambiado entre gobiernos. ¿Cuál cambio exactamente? De nuevo: que durante los últimos 4 meses del sexenio anterior, las tasas mensuales de violencia homicida iban a la baja y mostraban “más cambio” de mes a mes, frente a los primeros 4 meses del sexenio actual, en donde las tasas mensuales son muy similares o “menos cambiantes” de mes a mes.
¿A qué se debe esta diferencia? Lo desconozco y tampoco conozco a alguien que lo sepa hasta el momento. ¿Permanecerá esta diferencia? Tampoco lo sé. Pero algo que no puedo evitar decir antes de terminar esta nota, es que no comprendo cómo es que no se utilizan tasas para comparar y juzgar acciones de gobierno, empezando por el gobierno mismo. Así que termino con un consejo muy sencillo para el nuevo gobierno: no presenten promedios mensuales de homicidios. El número de días asignados a cada mes no cambia. Es lo mismo que utilizar las cifras totales de homicidio. Los homicidios y la población contra los que se cometen, sí son variables. Sí cambian. Una comparación justa debe considerar los cambios en el numerador y el denominador.
Hasta aquí con el tema de las cifras comparables del homicidio al final del gobierno anterior y el inicio de este gobierno. Espero que esto ofrezca algo de luz en el debate.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI-3) y de CentroGeo. @cjvilalta