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Este siglo nos lo están secuestrando. El secuestro es ya algo ordinario. Pero debo informar al lector que la tasa de víctimas registradas por este delito ha disminuido (ver el gráfico).
El esquema se hizo con base en datos del Secretariado Ejecutivo (SESNSP) y del Inegi. Cabe mencionar que la validez de los datos delictivos corresponde a los estados.
Lo que muestra el gráfico es la tasa anual de víctimas registradas en averiguaciones previas o carpetas de investigación iniciadas por este delito. Básicamente, lo que se observa es un aumento en la tasa entre 2005 y 2013, y una reducción entre 2014 y 2018 (cifra estimada para este año). Es factible que este 2018 lo terminemos con una tasa similar a la de 2006.
Aquí una pregunta difícil, tal vez imposible de responder: ¿Cuál es el motivo de estas fluctuaciones? Es más, ¿cuál es el motivo de la reducción en la tasa de víctimas registradas estos últimos años?
Hay tres posibilidades razonables por las que pueden haberse reducido. Una, es que la desconfianza en las instituciones de seguridad y justicia haya disminuido (¿más aún?) en este sexenio, provocando que cada vez menos víctimas denuncien este delito. Otra es que, al unísono, los estados estén manipulando la información. Finalmente, otra más, es que efectivamente haya disminuido el número de víctimas.
Objetivamente, no podemos saber cuál es la verdad. Nadie sabe la razón de esta reducción a nivel nacional. Y si alguien le dice que sí sabe, la reacción de usted debe ser la de completo escepticismo.
Por supuesto que nadie se cree las explicaciones simplonas, esas no existen. Pero sí se vale opinar sobre la base de una valoración de la información y una reflexión lógica de la misma. Por ello, yo me inclino a pensar que las tasas reflejan un promedio de las dos primeras posibilidades. No sé cuál haya subido o bajado, pero sí sé que al menos una tiene que haber cambiado mucho significativamente.
Comparto mi lógica. De todas las teorías sociológicas de la violencia, las dos más aceptadas son la que creen que la violencia es provocada por la pobreza y la desigualdad, y la que cree que es provocada por las deficiencias institucionales y normativas de los países. Ya sé que hay un mundo de variables operando dentro de cada teoría, pero estos últimos años en justicia, debo decir que desde 2001 realmente, yo no he visto, ni que se reduzcan la pobreza y las desigualdades, ni que se fortalezcan las instituciones. I rest my case.
*Investigador (SNI-3) Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo). @CJVilalta