¿Qué es una bomba antibúnker?; proyectil que utilizó EU para atacar instalaciones nucleares de Irán

El arma GBU-57/B, diseñada para destruir estructuras subterráneas, fue empleada en un ataque contra instalaciones nucleares iraníes; su uso marca un cambio estratégico en la guerra de alta tecnología

Diseñada para perforar concreto y roca, esta arma representa el máximo avance de Estados Unidos en el combate a instalaciones subterráneas
Foto: Especial/ Washington Post
Diseñada para perforar concreto y roca, esta arma representa el máximo avance de Estados Unidos en el combate a instalaciones subterráneas Foto: Especial/ Washington Post
Tendencias| 22-06-25 |09:19| Actualizada |22-06-25 |09:19|

El bombardeo contra Fordow, Natanz e Isfahan —tres puntos neurálgicos del programa nuclear iraní— puso en el centro de atención a la, una bomba de más de 13 toneladas desarrollada para perforar montañas, concreto y capas de protección que hacen invulnerables a los refugios tradicionales.

La ofensiva, confirmada por el presidente Donald Trump, busca retrasar significativamente los avances nucleares de Teherán.

Esta imagen de satélite facilitada por Maxar Technologies muestra las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Isfahan, en el centro de Irán. (21/06/25) Foto: AFP
Esta imagen de satélite facilitada por Maxar Technologies muestra las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Isfahan, en el centro de Irán. (21/06/25) Foto: AFP

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Una bomba diseñada para superar lo imposible

Concebida para enfrentar amenazas alojadas en complejos subterráneos, la MOP representa un salto en la ingeniería militar. Su peso ronda los 13,600 kilogramos y fue creada para neutralizar objetivos profundamente enterrados, imposibles de alcanzar con municiones convencionales. Fue integrada al arsenal del bombardero B-2 Spirit, un avión furtivo capaz de operar sin ser detectado.

La GBU-57/B es una bomba guiada por sistema GPS, desarrollada con una estructura alargada, un fuselaje reforzado y una cabeza penetrante de gran densidad. Su misión es alcanzar blancos profundamente enterrados y detonar tras haber atravesado múltiples capas de protección.

A diferencia de bombas de superficie, la MOP no explota al impactar, sino que penetra el suelo como una flecha gigante hasta llegar al corazón de su objetivo. Está equipada con un sistema de retardo en la espoleta que le permite detonar dentro del búnker, garantizando el máximo daño en puntos críticos.

Su diseño incluye sensores avanzados para mantener la trayectoria, y materiales especialmente seleccionados para soportar la fricción y la presión del impacto a alta velocidad. Esta combinación le permite alcanzar objetivos a más de 60 metros de profundidad, incluso dentro de montañas o estructuras reforzadas, esto de acuerdo con información del Washington Post.

¿Por qué se creó esta bomba antibúnke?

La necesidad de desarrollar una bomba como la GBU-57/B surgió de amenazas concretas. Desde inicios del siglo XXI, países como Irán y Corea del Norte comenzaron a construir sus instalaciones nucleares bajo tierra, sabiendo que eso dificultaba los ataques enemigos.

El caso de Fordow, en Irán, fue un detonante clave. Descubierto en 2009, este sitio de enriquecimiento de uranio está excavado dentro de una montaña. Las bombas tradicionales —incluso las especializadas, como la GBU-28— no tenían la capacidad de penetrar tan profundo sin perder efectividad.

Ante esto, el Pentágono ordenó la creación de una bomba sin precedentes, capaz de perforar el suelo con precisión quirúrgica. Así nació la MOP, desarrollada por Boeing y puesta en operación en el bombardero furtivo B-2 Spirit.

. La bomba antibúnker ha mostrado su eficacia, pero también ha abierto una nueva etapa en la confrontación con Irán y en la carrera armamentista mundial.
Foto: Captura de pantalla en X
. La bomba antibúnker ha mostrado su eficacia, pero también ha abierto una nueva etapa en la confrontación con Irán y en la carrera armamentista mundial. Foto: Captura de pantalla en X

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Capacidades y limitaciones técnicas

Lo que hace única a la MOP no es solo su poder destructivo, sino su combinación de precisión, profundidad de impacto y uso de explosivos convencionales. No es una bomba nuclear, pero sus efectos pueden neutralizar instalaciones clave sin el riesgo de una detonación atómica.

El proyectil pesa aproximadamente 13,600 kilogramos, de los cuales más de 2,500 corresponden a explosivos de alta potencia. Está diseñada exclusivamente para ser lanzada desde el bombardero B-2 Spirit, lo que limita su uso a una plataforma específica.

Esta dependencia del B-2 también representa una restricción táctica: solo una flota reducida de estos aviones está disponible y requieren autorización especial, condiciones de vuelo óptimas y acceso aéreo sobre el objetivo. Sin embargo, una vez que la misión es aprobada, la efectividad es prácticamente garantizada.

Más allá de lo técnico, la GBU-57/B cumple una función simbólica: demostrar que Estados Unidos puede alcanzar cualquier objetivo, sin importar su profundidad o nivel de protección. Este poder disuasivo forma parte de la estrategia militar estadounidense para contener programas nucleares en expansión.

Su reciente uso en Irán, contra las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahan, prueba que no es un arma teórica. Las autoridades estadounidenses confirmaron que todas las bombas fueron lanzadas con éxito y que los aviones regresaron ilesos, lo cual subraya la precisión del arma y su integración efectiva en el sistema de defensa estadounidense.

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