Las queratosis seborreicas pueden preocupar, molestar y hasta disgustar estéticamente. Parecen grandes lunares con relieve y en algunos casos, suelen confundirse con verrugas. Pueden salir una o dos aisladas o de a muchas. Sin embargo, si están bien diagnosticadas, no representan ningún peligro para la salud. La salvedad obedece a un motivo: la queratosis seborreica es benigna. El problema es que su aspecto puede ser similar al de un melanoma que, de no tratarse, sí puede representar un riesgo.
Según explica la Clínica Mayo, las queratosis seborreicas suelen ser de color marrón o negro, tienen un aspecto ceroso, escamoso y ligeramente elevado. Aparecen progresivamente, por lo general en la cara, el cuello, el pecho o la espalda y parecen gotas de cera de una vela derramadas sobre la piel. Algunas pueden ser de gran tamaño y alcanzar más de 1 pulgada de diámetro (2,5 centímetros).
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Las queratosis seborreicas no necesitan tratamiento, pero se puede optar por la extirpación. Sin embargo, se debe acudir al médico si la aparición de un bulto te causa molestia, se irrita, sangra o si observas cambios sospechosos en la piel, como llagas o bultos que aumentan de tamaño rápidamente, sangran y no sanan, ya que podrían ser signos de cáncer de piel.
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La queratosis seborreica no tiene una causa definida pero los expertos señalan que puede ser una tendencia hereditaria y hay más factores de riesgo de desarrollarlo después de los 50 años.
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