Texto de Guilherme Nazar, vicepresidente regional de Binance para América Latina

Hace 15 años, mientras comenzaba a documentar los avances de la tecnología de consumo en México, una revolución silenciosa también daba sus primeros pasos: Bitcoin.

Desde entonces, las criptomonedas han dejado de ser una curiosidad de nicho para convertirse en un fenómeno global que transforma la manera en que entendemos el valor, la propiedad y la libertad financiera.

Bitcoin sigue alcanzando nuevos máximos históricos, hitos que reflejan su resiliencia y la confianza acumulada por millones de personas —desde desarrolladores y emprendedores hasta usuarios cotidianos e inversionistas institucionales— que han creído en su potencial.

Foto: Cortesía
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El camino hacia la utilidad real de las criptomonedas

En América Latina, cada vez más personas utilizan activos digitales para ahorrar, enviar remesas o emprender sin depender de intermediarios tradicionales, reduciendo costos, tiempos y agilizando transacciones sin límites de fronteras.

La avanza a gran velocidad, y la regulación financiera empieza a consolidarse como catalizador del desarrollo: Estados Unidos, Europa y otras regiones están trazando marcos legales que aportan certidumbre y promueven un ecosistema cada vez más sólido y responsable.

A nivel global, los flujos institucionales hacia productos como ETFs al contado muestran cómo ha cambiado la narrativa de los primeros tiempos: las criptomonedas son vistas como activos legítimos, sólidos y de utilidad real.

Además, el anuncio de la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin en Estados Unidos marca un antes y un después para la industria.

Gobiernos y bancos centrales de distintos países ya están discutiendo el papel que Bitcoin podría tener en sus reservas nacionales, un debate que era impensable hace apenas una década.

Criptomonedas. Foto: Pixabay
Criptomonedas. Foto: Pixabay

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Criptomonedas tienen un porvenir con mucho potencial

Hoy, las finanzas descentralizadas, la blockchain y los activos digitales se han convertido en herramientas con el potencial de ampliar la libertad económica, fomentar la inclusión y devolver a las personas el control sobre su dinero. Esa es, en esencia, la promesa que nos mueve.

A 15 años del nacimiento de Bitcoin y de Tech Bit, celebramos no solo el avance tecnológico, sino la posibilidad de construir un sistema financiero más abierto, accesible y humano.

El futuro no es únicamente digital. Es descentralizado, colaborativo y está más cerca de lo que imaginamos.

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