El pueblo se llama Tecate y se encuentra en Baja California, al lado de La Rumorosa y bajo la protección de El Cuchumá, la montaña sagrada. Es un paraíso, dicen, y así debe ser porque estar allí induce a pensar en una biblioteca y en una botella de vino. Tecate es un pueblo multicolor, rodeado de “piedras blancas como huevos de dinosario”, diría García Márquez. Una comunidad mágica donde los recuerdos flotan y sus habitantes sonríen. Alfonso Caballero narra infinidad de momentos donde queda cla

Mónica Castellanos deja muy claro que es una novelista de primera que sabe crear personajes, que crea sentido dramático en sus historias y que nos comparte obras capaces de resistir cualquier tipo de crítica