El cuarto de al lado se llama al grupo que ha acompañado las negociaciones de los tratados de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.
Está integrado por empresarios. En las negociaciones del primer tratado, en un caso particular, se permitió la entrada sin restricción a productos fabricados nacionalmente sin que la autoridad y el cuarto de al lado supieran de la existencia de dicha industria.
Sólo hubo información cuando la industria resintió la entrada indiscriminada e inició un procedimiento de protección en la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI). Esta unidad es la encargada de combatir las políticas depredatorias de industrias del extranjero. Aun en el marco o, sobre todo, en el marco de un acuerdo de libre comercio, su papel es relevante. En este caso particular, era demasiado tarde y no era el mecanismo adecuado.
El periodo de auge de la UPCI ocurrió justo después de la firma del TLC. En esta unidad repercutían las deficiencias de la negociación, algunas previsibles, otras verdaderas sorpresas.
Como cualquier instrumento, lo que hace la UPCI tiene sus ventajas y desventajas, pero no está hecho para sustituir una mala negociación. La experiencia nos dice que eventualmente allí llegarán muchos de los problemas que se omitan, otros no llegarán y, de los que lleguen, unos serán caso perdido antes de empezar.
La revisión del tratado se prevé en 2016. Y esta parte de la negociación comienza con un gobierno norteamericano que finta, miente, amenaza y no emplea análisis e información económica y social. Vive de sus prejuicios, pero confrontados estos a través de sus declaraciones con medidas concretas, se va debilitando; pero cierta base social, la más conservadora, no desaparece, por lo cual querrá dar muestras de fortaleza en esa negociación con el tema de México, que es el que más vende entre sus allegados más fieles.
La revisión debe tener un cuarto de al lado ordenado, pero necesariamente amplio. Empresarios distintos al cortejo usual (los otros ya están), sindicalistas, campesinos, organizaciones sociales, académicos y ambientalistas. La fortaleza de la presidenta no sólo debe provenir de su figura, sino de un respaldo amplio de la sociedad mexicana.
El problema está en tener una idea certera de nuestra economía, que me parece no se tiene o no se presenta, marcar un rumbo y corregir y generar el respaldo a ese rumbo con la sociedad mexicana.
Por lo pronto, el modelo anterior no tiene sustituto. El sector exportador es privilegiado y en este, el automotriz. Lanzado el lazo de producir en México lo que se produce en China, no lo agarró la presidencia norteamericana. El modelo vigente no ha sucumbió a las presiones y desplantes, pero será dificil respaldarlo para los negociadores norteamericanos (los que tengan ideas y no prejuicios).
Por eso se necesita fortalecer a los negociadores mexicanos, clarificando el rumbo rápido y con más actores.
Extra 1: Desdoblamiento; era la forma como Nueva Izquierda aparentaba ser más de un grupo, por supuesta división o pelea, para insertarse en las candidaturas de otros grupos, y después regresar al redil.
Extra 2: Parece desdoblamiento lo de los Monreal. Esperemos no por algo particular se pierda lo que de manera general reclama la militancia de Morena y la ciudadanía en México.