El salario mínimo general (SMG) puede alcanzar —por fin— el monto suficiente para superar el umbral de pobreza en 2026. Actualmente, le faltan aún mil pesos para cubrir el costo de 2 canastas básicas (CB). Requiere un aumento de alrededor de 16% en 2026.

La propuesta presentada por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza —que desde hace 10 años ha luchado por la eliminación de los salarios de pobreza— tiene tres puntos y un “corolario” para el futuro:

1. El SMG debe ser suficiente para dos CB. El costo de una CB en 2026 se estima en promedio en 4,850, por tanto para 2 CB se requieren 9,700 pesos al mes. Por eso se propone un SMG de 323 al día. Un aumento integrado de 16% respecto al SMG actual.

2. Aumento diferenciado. El salario mínimo en la frontera (SMF) solo subiría 4% pues ya está sobrevaluado. Seguirlo subiendo puede generar efectos negativos en la creación de empleo y la atracción de nuevas inversiones. Esto en detrimento de quienes viven en los 46 municipios de la franja fronteriza.

Actualmente, el SMF tiene un monto de casi 12,600 al mes, 4,200 pesos más que el SMG. Esta brecha tan grande entre SMG y SMF carece de sustento, no debe seguir creciendo, al contrario, hay que cerrarla.

Por eso, a partir de 2026, el SMF debe ajustarse solo para mantener su valor. Ya tiene lo suficiente no solo para 2 CB, sino que rebasa las 2.5 CB de la meta gubernamental a 2030.

3. Solicitar a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) promover la actualización de las tablas de retención de ISR e IMSS para los salarios más bajos, pues no reflejan los nuevos montos del SM.

Por ejemplo, las tablas del ISR vigentes este año tienen los tres primeros niveles por debajo del monto del SMG. El absurdo entonces es que, si bien el SM está exento de retenciones, quienes ganen unos pesos más o unos pesos menos, tendrían una retención de más de 300 pesos al mes.

Nuestra propuesta es exentar de retenciones a los salarios más bajos. Lo deseable es que los salarios por debajo del monto del salario digno (13,400 pesos) queden exentos de retenciones. Esto permitiría seguir avanzando en la reducción de la pobreza, con base en la mejora de los ingresos por trabajo.

El corolario es que, una vez logrado el primer objetivo de eliminar los salarios de pobreza, se puede avanzar en dos rutas. Por una parte, seguir la recuperación gradual hasta alcanzar la meta trazada por el gobierno de la presidenta Sheinbaum de un SM con un monto equivalente a 2.5 CB en 2030. Por otra parte, permite desde la sociedad civil y la iniciativa privada impulsar a las empresas a que adopten voluntariamente el salario digno, vinculado a productividad, como lo propone el colectivo Vida Digna.

SMG suficiente es urgente, pues aún la mitad de las personas asalariadas y 3 de cada 10 con trabajo formal ganan salarios de pobreza, menos del costo de 2 CB.

Lo que sería absurdo sería posponer un SMG suficiente para 2 CB en 2026 y dejarlo “unos pesos” por debajo. Un aumento de 12% mantendría los salarios de pobreza. No es un asunto de cifras o de porcentajes, sino de cumplir el mandato constitucional y honrar un compromiso de hace años, pues un SM suficiente para adquirir dos canastas básicas está acordado por el gobierno y por los organismos empresariales al menos desde 2019. Se esperaba alcanzarlo en 2024, pero la pandemia y otras circunstancias lo retrasaron. Ahora está a la “vuelta de la esquina”.

Es factible e indispensable lograrlo en la inminente revisión a los SM para 2026. La decisión para lograrlo está al alcance de la mano. SMG suficiente, ¡YA! La propuesta se puede consultar en: frentealapobreza.mx

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios