Cada año desde Lab Incide organizamos la Escuela de Pedagogía Política para Existir en América Latina, un espacio para explorar formas de comprender, resistir y transformar nuestra realidad. Entendemos a la pedagogía política y al pensamiento crítico como formas esenciales para tejer redes colectivas, organizarnos políticamente y encontrar las diversas formas de cuidado a la vida. Frente a un entorno tan desafiante como lo es el mundo actual, reconocemos que el aprendizaje multicultural y el diálogo político son esenciales para darle vida a nuestras democracias.
En la tercera generación de La Escuelita -como le decimos de cariño- tuvimos diversas sesiones con expertas, activistas y académicas en distintos temas. Establecimos a la meritocracia como mito neoliberal, entendimos a la crisis de vivienda como una dominación del mercado sobre los derechos humanos y analizamos con preocupación las diferentes formas en que la derecha internacional ha ganado terreno en la arena política. Ante estos frentes abiertos, la reacción contundente y organizada no es opcional.
Por eso, profundizamos también en experiencias de resistencia desde la calle, desde el barrio, con experiencias radicadas en México, Argentina y Guatemala, países que viven procesos de democracia contrastantes y al mismo tiempo desafiantes. Entendemos que la disputa no sólo se está dando en las calles, sino también desde las narrativas en las redes sociales y en la esfera política: sería un error no disputarlas desde las izquierdas. Así hemos aprendido en colectivo formas de accionar, que van desde la organización barrial, la lucha activa, la participación en medios de comunicación, así como la creación de micro-relatos y hasta memes para alentar el pensamiento crítico y cuestionar la realidad que hoy vivimos.
En una de las sesiones denominada “Cuidados y resistencia financiera” hablamos sobre cómo el sistema capitalista compromete nuestra existencia política, y como forma de catarsis decidimos escribir un poema entre todas las participantes. Un poema al cual recurrir para recordarnos que no estamos solas en la resistencia. La dinámica era sencilla: cada una de las participantes desde su realidad describía una característica del entorno injusto actual, al mismo tiempo que compartía una forma en que resistía ante ella. Aquí les compartimos extracto de nuestro poema colectivo.
Sí, es cierto que el panorama socio-político es desolador,
Pero en cada persona con la que me vinculo y relaciono encuentro siempre un mundo nuevo.
Sí, es cierto que no verán mis ojos la igualdad de género sustantiva,
Pero en la lucha hemos estado tantas mujeres que es imposible que no ocurra algún día.
Sí, es cierto que todo en esta vida parece un lujo porque el dinero no alcanza para disfrutar nada,
Pero escuchar el viento, las hojas, los insectos y la vida, hablarte y contarte historias todos los días, no cuesta nada.
Sí, es cierto que al sudor le llaman éxito y al descanso ingratitud,
Pero elegimos la vida sobre el oro, ternura en vez de esclavitud.
Sí, es cierto que tengo miedo del futuro, me agobio y me abrumo,
Pero el coraje del presente no solo me hace más fuerte, si no que atraviesa barreras a través del continente.
Si, es cierto que casi siempre me inunda el miedo,
Pero siempre encuentro razones para resistir con amor.
Sí, es cierto que el esfuerzo no basta cuando las reglas del juego están hechas para que algunos ganen siempre,
Pero seguimos tejiendo redes para sostenernos y no soltar la esperanza.
Sí, es cierto que es cansado resistir,
Pero hay satisfacción porque sabes que es el camino correcto.
Autoría:
Generación 2025 de la Escuela de Pedagogía Política para Existir en América Latina de Lab Incide
Regina; Abigail; Ximena; Mónica Lizeth María Elena; Rafael; Itzel; Irene; Blanca; Marcela; Melanie; Ana Laura; Fabiola; Nora Evelia; Marcia; Odile; Estrella del Carmen; Clara; Perla; Casandra; Diana; Alejandro.

