Contrario a las campañas gubernamentales que asustaban, en lugar de prevenir el contagio del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) existieron revistas homoeróticas que de manera “cachonda” promovieron el uso del condón en la década de los 90´s.
En entrevista con Mochilazo en el Tiempo, Alonso Hernández, director de Archivos y Memorias Diversas, recordó que publicaciones como Macho Tips, Del otro lado, Hermes, 41 soñar fantasmas, Apolo, Boys & Toys, entre otras revistas, fomentaron el uso del preservativo con ilustraciones, fotografías y viñetas que iban más allá del típico discurso de “protégete”.
Lee también El Nueve, el bar gay que desafió los prejuicios en los 80
Uno de los anuncios que más le gustó de aquella época fue el de un condón tratando de capturar mariposas, diseño del artista John Shown, que se publicó en la revista Macho Tips.
“Captura momentos felices. No atrapes riesgos. Usa condón”, dice la frase de la ilustración que incluía un preservativo donado por la Secretaría de Salud.

Para el activista también fueron relevantes las viñetas, en donde sujetos de la vida cotidiana ligaban y usaban preservativos mientras tenían relaciones sexuales.
Aquellas historias aparecieron en la revista Del otro lado, publicación creada por el Colectivo Sol, asociación civil a favor de la diversidad sexual.
Mientras mostraba unas viñetas, Alonso enfatizó que no era lo mismo escuchar un cuídate, que ver a una pareja teniendo sexo seguro en una fotonovela, aspecto que calificó como un gran aporte.
El acervo de Archivos y Memorias Diversas también cuenta con números de la publicación 41 soñar fantasmas, que entre sus páginas tenía ilustraciones y guías para usar el condón.

En un número que se publicó en junio de 1992, dos hombres desnudos, que están acariciándose, ilustran un texto con recomendaciones para utilizar preservativos.
“El sexo seguro violenta sin lugar a dudas nuestros más arraigados hábitos y costumbres sexuales desde los más inocuos hasta los más sofisticados. No moralicemos, informémonos y actuemos. Cada cual saque sus propias conclusiones y decida. Ante la información no hay engaño”, decía la guía para usar el preservativo.
Páginas adelante, debajo de una fotografía de dos hombres tomados de la mano, uno en ropa interior y el otro con un pantalón y el pecho desnudo, aparece la frase: “Listo para la acción… con condón”.
A principios de los 90 era bochornoso comprar estas revistas
A dos meses de ver por primera vez una revista Macho Tips, Alonso logró ahorrar 50 pesos para comprar un ejemplar, pero tuvo que buscar un puesto de periódicos alejado de la casa de sus papás, ubicada en la colonia Álamos de la Ciudad de México, porque temía que alguien lo reconociera mientras adquiría una publicación de contenido homoerótico.


En los primeros años de los 90's, el activista cursaba la secundaria en un colegio para varones. En aquella época, un compañero le dijo que lo vio en Macho Tips, nombre que le causó curiosidad porque nunca lo había escuchado.
Al preguntarle a qué se refería, su compañero contestó que era una publicación para gente como él. A partir de ese momento, comenzó a buscar la revista hasta que la encontró entre ejemplares de Playboy y Hustler en un puesto de periódicos.
Lee también El Taller, la disco gay que rendía culto a lo masculino y a la música techno
Cuando juntó el dinero para comprar un ejemplar, Alonso tuvo que pasar por un momento bochornoso porque el voceador elevó su tono de voz para enfatizar que estaba pidiendo una revista de homosexuales, publicación que le entregó dentro de un periódico.
“Ellos preguntaban con voz casi casi con megáfono en mano: ‘¿Usted quiere la de Macho Tips, una revista para homosexuales?’ Supongo que era con el fin de disuadir o de provocar pena para burlarse. Evidentemente, te ponías rojo”, recordó Alonso.

A parte de la fascinación que le causó las fotografías de modelos desnudos que aparecían en las portadas y en las páginas centrales, a Alonso le agradaron las historietas del alemán Ralf König -quien mediante el humor aborda temas relacionados con la diversidad sexual-, la sección para contactar amigos y las colaboraciones de los articulistas.
Debido al éxito que tuvo Macho Tips, el director de la publicación, Aurelio Hernández, creó la revista Hermes, que se volvió popular porque en sus páginas posaban meseros del bar Spartacus, establecimiento de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, que abrió sus puertas el 30 de noviembre de 1984.
Lee también A 47 años de las marchas gay
A pesar de su éxito, a ambas publicaciones les fue imposible sobrevivir a la crisis económica de 1994, periodo en que surgieron revistas como Apolo y Boys &Toys.
La primera fue famosa porque publicó desnudos de sujetos que podías encontrar en la vida cotidiana. Además, su redacción estaba en Ciudad Nezahualcóyotl.
De manera contraria, las páginas de Boys & Toys eran ilustradas por modelos que ejercitaban sus cuerpos en gimnasios, para algunos lectores la revista estaba dirigida a la clase media.

De acuerdo con Alonso, las revistas homoeróticas que surgieron en la segunda mitad de los años 90’s no lograron sobrevivir al contenido para adultos que comenzó a difundirse de manera gratuita en internet.
“Puedo decir que antes de tener vida sexual, mi vida sexual la aprendí en las revistas, había artículos de Luis González de Alba, Luis Zapata, José Antonio Alcaraz y me parece que hasta de José Joaquín Blanco, cuyos artículos hablaban desde lo gay”, explicó el director de Archivos y Memorias Diversas.
En los 90´s, la sex shop El Vaquero del escritor Luis González de Alba fue un sitio donde se podían conseguir revistas y películas pornográficas para un público gay, ilustraciones de Tom of Finland y libros como Memorias de un médico holandés homosexual de Henrik Tulner, el establecimiento estuvo en la alcaldía Benito Juárez.
Campañas de doble moral contra las preferencias sexuales
Las primeras revistas para adultos que Alonso comenzó a hojear, entre los 10 y 12 años fueron ejemplares de Playboy y Hustler de su papá, que por casualidad encontró en casa.
Al ingresar a secundaria, vivió un momento gracioso cuando a un profesor de natación se le cayeron unas revistas pornográficas que guardaba en su locker. Antes de que el instructor le arrebatara un ejemplar de sus manos, ya había visto todo el contenido.

A los 14 años, descubrió una película pornográfica que quedó atorada en la videocasetera de la recámara de sus papás, al ver por primera vez a un pigmeo en una de las escenas, le causó curiosidad saber si a su mamá le agradó el filme.
“De niños no dejamos de tener sexualidad y tenemos curiosidad, a lo mejor no tenemos ni todo el vocabulario, ni todo el conocimiento, pero los cuerpos desnudos nos sorprenden y habrá cosas que nos sorprenden más que otras dependiendo de nosotros mismos”, expresó Alonso.
Meses después, un amigo de la secundaria lo invitó a ver revistas pornográficas en el estacionamiento de Plaza Universidad, las que coleccionaba su papá, pero fueron extorsionados cuando un policía los descubrió.
Alonso recibió un regaño de su papá por el incidente, aspecto que le pareció desconcertante porque él también coleccionaba revistas pornográficas, una situación similar vivió cuando definió su preferencia sexual.
En aquella ocasión, su mamá tiró el acervo de revistas homoeróticas que el entrevistado había coleccionado.

“Alguien que tiene revistas porno en lugar de asumir que su hijo también tiene impulsos o gustos, me regañó, como que me quiso dar una plática mariadora y yo dije: ‘Ay, no, ¿cómo?’”, dijo el director de Archivos y Memorias Diversas.
Esa doble moral fue el reflejo de una campaña conservadora que durante el gobierno de Miguel de la Madrid estigmatizó a la comunidad LGBTTTI (Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersexuales).
De acuerdo con el director de Archivos y Memorias Diversas, en esos años, un grupo de empresarios, entre ellos el Grupo Bimbo, advirtieron a Emilio Azcárraga, “El Tigre”, de retirar su publicidad de Televisa si difundían anuncios para promover el uso del condón.
“Hubo una renovación moral y una cacería de gente LGBTTTI en Televisa, Enrique Álvarez Félix y Carlos Piñar tuvieron que dejar las telenovelas. Ese fue el contexto que yo viví”, expresó Alonso Hernández.
Hoy encontramos más apertura de la sociedad en general hacia esta comunidad e integración en varias ámbitos; sin embargo, aún falta más orientación sexual profesional en redes sociales y medios de comunicación en general, para tener sexo seguro, tanto en la comunidad gay como en la heterosexual. Es responsabilidad de todos.